lunes, 3 de julio de 2023

Cantas

Tu voz de bebé va dando paso a una voz de niño, que modulas cuando y como quieres. Ayer me sorprendí con los ojos vidriosos mientras te acunaba en mis brazos para dormirte. Estabas tranquilo, jugueteando con mi cadena, esa que lleva una A: la de tu nombre.
No querías dormir, o quizás sí, y lo que estabas era dándote arrullo a ti mismo. Canturreabas. Lo haces mucho. A veces reconozco lo que cantas. Otras, parece que lo inventas, que lo vas haciendo sobre la marcha, subiendo y bajando notas dentro de una escala del color del arcoíris.
Tuve que sonreír y acordarme de tu bisabuela, esa que tarareaba todo el rato mientras hacía y deshacía, esa bisabuela que no es de sangre, pero como si lo fuera. Si lo fuera- pensé- creería que habría un gen para eso y que lo habías heredado. 

Pero cantas. Cantas mucho y, cuando te das cuenta que te miro, sonríes mientras sigues cantando.
Y yo deseo que ese mundo interior que dice tu Tata que tienes sea tan bonito que te den muchas ganas de cultivarlo con la ciencia de las artes, porque vienen tiempos oscuros, pero los humanos siempre han sabido encender una luz para la esperanza, y tú, mi pequeño colibrí, tienes un todo un sol dentro.