lunes, 27 de junio de 2011

Derecho a la intimidad

Bueno, indignación. Soy lectora habitual del Diario de Sevilla en su versión digital. Una buena forma de mantenermen informada (ni bien ni mal, simplemente saber lo que se cuece) en esta ciudad de adopción que tan bien me ha acogido.

Leo, que si Zoido (muy bien, chaval, no vas a cobrar de las arcas municipales, muy honrado), que si Mercasevilla con sus trabajadores indignados, que si Otegi (pasapalabra), que si sucesos de atropellos y conductores malvados, que si Betis o Sevilla... y ahí la veo: Una fotaza de Doña Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, alias Cayetana de Alba. Veo el titular... se va a embolsar la no menospreciable cantidad de 300.000 euros por daños y perjuicios contra su persona. ¿Porqué? Por hacerse pública una conversación privada entre su guayabo y ella... Telecinco (cadena educativa donde las haya-Modo ironic ON) y el señor Vasile serán los encargados de darle esos billetitos a esta señora.

Vaya por delante que me parece muy justo que una persona se querelle contra una cadena de televisión por hablar de su vida privada sin su consentimiento. Estoy de acuerdo en que la vida es de uno mismo, y con ella puede hacerse lo que se quiera siempre que se respete al que está enfrente, al lado o detrás. Pero 300.000 euros... me parece excesivo. Y más viendo indemnizaciones de risa en casos de, por ejemplo, atropellos no intencionados o violación de la vida en cualquiera de sus múltiples modalidades.

Pienso...por una parte me alegro.Así el magnate de Telecinco con el tal Jordi, Jorge javier y la eternamente botulínica Ana Rosa, reina caída de las mañanas, se pensarán una vez más el hecho de meterse en la intimidad de una persona.
Pienso, pero la prensa amarilla ahora convertida al Pink no va a dejar de hacer prensabasura por regarlar 300.000 euros a una persona. Seguramente con la audiencia del día de la emisión, con los espacios publicitarios y demás inyecciones de dinero, doblan la cantidad nada más al soltar la exclusiva. O soltar cualquier memez en boca de colaboradores (grandes hermanos o grandes cuñadas y sobrinas de La Más Grande, que se fué como una ola sin tener la buena suerte de convertirse en el tsunami de Karmele para llevárselas con ella y dejar de escuchar así tal sarta de idioteces)

Sí, ¡que se te ve el plumero! si no te gusta ¿cómo que conoces tanto eso de lo que hablas? -Pensará alguno. Bueno... de casa en casa y entre revisión y revisón de aparatitos te da tiempo a que la dueña (o dueño, cada vez más!!!) de la casa te explique qué está pasando en el programa: doy fé de que dos de cada 4 casas tiene puesto a medio día Sálvame (¡ay, sí, salvarte de ver eso es lo que yo quisiera!). Y una es cierto que un poco cotilla sí que es, pero ante todo es educada, y la conversación cuando la hay, la sigue por cortesía más que por otra cosa.

Total, que indignada me hallo en esta tarde de lunes, no se muy bien si por que esta señora vaya a cobrar tal cantidad que se me escapa de entendederas o por que sea esa cantidad la que represente que una persona famosa puede tener precisamente intimidad. Me gustaría saber si las cantidades de indemizaciones a un trabajador medio por "vulnerar gravemente su derecho al honor y a la intimidad" llegarían a tales extremos... me temo que la pregunta ya tiene respuesta antes de formularla.

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