"Cuando preguntes el porqué, comienza por pensar el ti. Cuando te olvides otra vez, empieza por quererte a ti y cuéntame (puedes contar conmigo a cada paso), escúchame, te escucharé... Porque la vida tuya es y siempre tienes que luchar. Y a veces tienes que perder para luego poder ganar, para sentir, para vivir, para soñar..."
Un aplauso al que escribió esto.
Entalpía es una magnitud termodinámica. Se refiere a la cantidad de energía que un sistema puede intercambiar con su entorno. En mi caso y haciendo alusión al intercambio con el entorno, este blog pretende ser un espacio abierto a pensamientos y noticias para compartir con el mundo que me rodea.
sábado, 4 de enero de 2014
viernes, 27 de diciembre de 2013
2014
Acaba el año, un año a ratos buenos y a ratos malos... Y otro comienza dentro de poco, y en menos que canta un gallo estaremos pasando por los meses, día a día, y las estaciones y las aguas turbulentas podrán calmarse después de que el tiempo paciente haga su trabajo.
Si hay algo que he aprendido es que el mundo sigue girando y le importa una mierda cómo te encuentres. Perdón por la palabra. La cuestión es no bajarte de él y ser tú. Siempre tú... ¿Quién si no? Si te pones en la piel de otro y dejas de hacer cosas por no molestar, podrás saber qué siente, sentir su alegría y también su dolor... Pero estarás viviendo una proyección. No hablo de empatía.
El día en el que el mundo siga girando y tu ser no tenga por más que bajarse del viaje vital del planeta tierra para ir (o no) a algún otro lugar, quizá en el último instante te des cuenta de que, en realidad, no has vivido tu vida.
Vive. Feliz 2014.
Si hay algo que he aprendido es que el mundo sigue girando y le importa una mierda cómo te encuentres. Perdón por la palabra. La cuestión es no bajarte de él y ser tú. Siempre tú... ¿Quién si no? Si te pones en la piel de otro y dejas de hacer cosas por no molestar, podrás saber qué siente, sentir su alegría y también su dolor... Pero estarás viviendo una proyección. No hablo de empatía.
El día en el que el mundo siga girando y tu ser no tenga por más que bajarse del viaje vital del planeta tierra para ir (o no) a algún otro lugar, quizá en el último instante te des cuenta de que, en realidad, no has vivido tu vida.
Vive. Feliz 2014.
sábado, 9 de noviembre de 2013
Recuerdos
Aún hoy puedo sentir tu suspiro mientras me miras desde abajo, con tu cabeza apoyada en mi zapatilla. Me muevo y me hace cosquillas un pelo largo y blanco que se ha posado entre mi chaleco y el pañuelo, y maldigo el día en que los maldecía, amenazando con la boquita pequeña que iba a rapar tu largo plumero que hace las veces de molinillo para detener tu carrera mágica de todos los días por el patio. Estarás bien y estaré bien. Probablemente lo estés ya, y me alegro, pero te echo de menos.
martes, 29 de octubre de 2013
Frío
Ha venido el frío. Las primeras castañas en la plaza han llegado a mis manos quemándome los dedos mientras soplo con fuerzas y esperanzas para que se enfríen y no me pele la lengua antes de meterlas en la boca. Siempre fui muy impaciente para unas cosas.
El humo ha invadido el lugar de mis juegos de infancia compartiendo espacio con las casetas de la Feria del Libro y los veladores en la acera del Casino.
Y siguen habiendo niños que ríen, y viejos que charlan y ven pasar a los adolescentes procedentes de la biblioteca o de la estación de tren.
Y me asaltan dudas, pensando que hoy no es este mi lugar… o que quizás en realidad nunca dejó de serlo.
El humo ha invadido el lugar de mis juegos de infancia compartiendo espacio con las casetas de la Feria del Libro y los veladores en la acera del Casino.
Y siguen habiendo niños que ríen, y viejos que charlan y ven pasar a los adolescentes procedentes de la biblioteca o de la estación de tren.
Y me asaltan dudas, pensando que hoy no es este mi lugar… o que quizás en realidad nunca dejó de serlo.
martes, 8 de octubre de 2013
Hambre
Horizontes paralelos se abren ante la posibilidad de cambios vitales ¡Cuántas veces habremos oído eso de "más vale malo conocido..."! Nos perdemos todo un mundo de cara con sus cruces por cerrar los ojos o mirar hacia otro lado. Y da miedo (¿qué es el miedo si no la sensación de peligro, de amenaza, de descontrol?) Claro. Da miedo, y mucho a veces y poco a pocos ratos. Pero es así. Y así seguirá siendo hasta que nos acerquemos a la borda y veamos las aguas mansas, esperando, cautas, a un chapuzón de verano refrescante.
Ay prima, ponme de comer, que tengo hambre... De figuras literarias con metamorfosis en vez de metáforas de gusanos de seda convertidos en mariposas, y renacuajos en ranas, y sapos en príncipes de cuento con final de perdices... De leones dentro de armarios en el mundo mágico de Narnia y pequeños hobbits perseguidos por dragones en busca de tesoros... Tengo hambre de tierra en Marte, de carreras populares y a escondidas, de agua de estrella de mar, de Lunas de Saturno y fuego en las montañas de Venus, de Sol en Mercurio y nubes celestiales... Sí, ponme de comer, que tengo hambre de vida.
Ay prima, ponme de comer, que tengo hambre... De figuras literarias con metamorfosis en vez de metáforas de gusanos de seda convertidos en mariposas, y renacuajos en ranas, y sapos en príncipes de cuento con final de perdices... De leones dentro de armarios en el mundo mágico de Narnia y pequeños hobbits perseguidos por dragones en busca de tesoros... Tengo hambre de tierra en Marte, de carreras populares y a escondidas, de agua de estrella de mar, de Lunas de Saturno y fuego en las montañas de Venus, de Sol en Mercurio y nubes celestiales... Sí, ponme de comer, que tengo hambre de vida.
lunes, 30 de septiembre de 2013
Lección de vida: Un día nublado.
Este texto a modo de conversación no es mío... Pero no tiene desperdicio. Os invito a que lo leáis... Es maravilloso.
- Estoy deseando contarte lo que mis ojos han visto y mis manos han sentido.
- Dime, te leo con atención.
- Me hubiera gustado que estuvieras allí, el viaje me ha encantado... No he podido dejar de mirar el paisaje. Es tan hermoso cuando llueve... Es tan mágico cuando bajan las nubes para acariciar las montañas, cuando el verde de los árboles intenta abrirse camino entre el grisáceo de las nubes, cuando se mezclan olores, colores, sabores, vida... No se muy bien cómo explicártelo pero el viaje ha sido muy hermoso para mí, y mi retina ha intentado absorberlo todo para contártelo.
- Pues lo estás haciendo de una forma muy bella.
- Es que me gusta mucho cuando las nubes bajan hasta la tierra. Es como si nos hiciéramos grandes y pudiéramos tocarlas. Ellas nos muestran lo humildes que son, al fin y al cabo, y bajan para dejarse acariciar por toda la vida que hay aquí abajo.
- Es precioso...
- Hoy olía a limpio, a belleza, a agua, a vida, a armonía, a paz (...) y cuando saqué mis dedos por la ventana y sentí finas gotas de agua tocándome un instante sólo, el suficiente para que el viento se las llevara, también me encantó...
- Me estás transportando a un mundo que reboza naturaleza (...) Qué bonito...
- Es que quería que estuvieras alli, y no se me ha ocurrido otra cosa mejor que contártelo. Te lo cuento y aún estoy viendo la mezcla de colores, el gris de la tierra, las diferentes tonalidades de verde, las nubes bajas, tan finas, nebulosas, tan cercanas... Ya se que soy muy pesada con las nubes pero hoy me han hecho sentir bien.
- Entonces conseguiremos muchas nubes de esas para todos los días, para que siempre te sientas como hoy.
- Las nubes son caprichosas, hay que dejarlas hacer... Si fueran tan accesibles siempre perderían su encanto... Los días de lluvia también lo tienen (su encanto)... Es solo que a veces, no sabemos mirar.
- Estoy deseando contarte lo que mis ojos han visto y mis manos han sentido.
- Dime, te leo con atención.
- Me hubiera gustado que estuvieras allí, el viaje me ha encantado... No he podido dejar de mirar el paisaje. Es tan hermoso cuando llueve... Es tan mágico cuando bajan las nubes para acariciar las montañas, cuando el verde de los árboles intenta abrirse camino entre el grisáceo de las nubes, cuando se mezclan olores, colores, sabores, vida... No se muy bien cómo explicártelo pero el viaje ha sido muy hermoso para mí, y mi retina ha intentado absorberlo todo para contártelo.
- Pues lo estás haciendo de una forma muy bella.
- Es que me gusta mucho cuando las nubes bajan hasta la tierra. Es como si nos hiciéramos grandes y pudiéramos tocarlas. Ellas nos muestran lo humildes que son, al fin y al cabo, y bajan para dejarse acariciar por toda la vida que hay aquí abajo.
- Es precioso...
- Hoy olía a limpio, a belleza, a agua, a vida, a armonía, a paz (...) y cuando saqué mis dedos por la ventana y sentí finas gotas de agua tocándome un instante sólo, el suficiente para que el viento se las llevara, también me encantó...
- Me estás transportando a un mundo que reboza naturaleza (...) Qué bonito...
- Es que quería que estuvieras alli, y no se me ha ocurrido otra cosa mejor que contártelo. Te lo cuento y aún estoy viendo la mezcla de colores, el gris de la tierra, las diferentes tonalidades de verde, las nubes bajas, tan finas, nebulosas, tan cercanas... Ya se que soy muy pesada con las nubes pero hoy me han hecho sentir bien.
- Entonces conseguiremos muchas nubes de esas para todos los días, para que siempre te sientas como hoy.
- Las nubes son caprichosas, hay que dejarlas hacer... Si fueran tan accesibles siempre perderían su encanto... Los días de lluvia también lo tienen (su encanto)... Es solo que a veces, no sabemos mirar.
lunes, 16 de septiembre de 2013
...Buen viaje.
Como las estaciones, los años van pasando sin que apenas te pares a pensar en el crecimiento de lo que te rodea. Sólo parecemos apreciar la salida del sol y del ocaso en una misma jornada... sin tener en cuenta que es un sumatorio de horas y momentos los que lo forman.
Hace unos años conocí a dos personas, diferentes como el día y la noche. Una, loca ausente, soñadora con pies en el suelo, dada a los demás y con el eterno peter pan en su affaire, jugando a no querer ser mayor cuando ella sabe de sobra que grande es desde hace mucho tiempo. Otra, responsable, amable, bondad personificada y prudencia, con aspiraciones edificables en torreones de ladrillos para dejar su sello en vida y ser recordada a su muerte. Las dos, soles de un mismo trío, patas de un banco a tres que seis cuerdas de guitarra unieron una vez en la Casa de la Cultura de la villa de Utrera y qiue a ésta que escribe la hacen sentir cada vez con más años a las espaldas, con más recuerdos que contar y con más conversaciones que firmar, hablando de la vida, como siempre, con un café de media tarde.
Son mis niñas de guitarra... y una vuela ya sola hacia un destino mejor, para volver con una experiencia formidable. Espero que tenga en su maleta una foto que no la ate, pero sí le recuerde de donde es, de donde viene y a los que deja en tierra, los mismos que la miramos marcharse de espaldas esperando que vuelva la mirada para decirle que la queremos. Y mucho.
Te echaremos de menos, Isa. Cuídate mucho.
... Buen viaje.
Hace unos años conocí a dos personas, diferentes como el día y la noche. Una, loca ausente, soñadora con pies en el suelo, dada a los demás y con el eterno peter pan en su affaire, jugando a no querer ser mayor cuando ella sabe de sobra que grande es desde hace mucho tiempo. Otra, responsable, amable, bondad personificada y prudencia, con aspiraciones edificables en torreones de ladrillos para dejar su sello en vida y ser recordada a su muerte. Las dos, soles de un mismo trío, patas de un banco a tres que seis cuerdas de guitarra unieron una vez en la Casa de la Cultura de la villa de Utrera y qiue a ésta que escribe la hacen sentir cada vez con más años a las espaldas, con más recuerdos que contar y con más conversaciones que firmar, hablando de la vida, como siempre, con un café de media tarde.
Son mis niñas de guitarra... y una vuela ya sola hacia un destino mejor, para volver con una experiencia formidable. Espero que tenga en su maleta una foto que no la ate, pero sí le recuerde de donde es, de donde viene y a los que deja en tierra, los mismos que la miramos marcharse de espaldas esperando que vuelva la mirada para decirle que la queremos. Y mucho.
Te echaremos de menos, Isa. Cuídate mucho.
... Buen viaje.
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