sábado, 21 de mayo de 2011

Territorios Sevilla 2011


Después de la tormenta, sale el sol. Eso dicen, y cuán cierto es... Ayer iba yo al Festival de música Territorios Sevilla 2011 sin muchas expectativas, un poco a remolque de unos chavales de 18 años el que más para hacerles el favor de poder ver a alguno de sus ídolos del rap. La verdad que no me hacía ilusión pasarme unas, en mis primeros cálculos, 10 horas (¡¡¡10 horas!!!) depié exceptuando alguna que otra sentada rápida, viendo a una serie de raperos cantar y a una multitud de chavales dando tumbos con sus manos arriba y abajo al ritmo marcado por el Dj o por el bajo acompañante. Pero oye, no voy a mentir... me lo pasé bien

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El primer concierto, en el escenario Cruzcampo, era de Sho-Hai, o algo parecido. Un rapero un poco soso a mi poco entender (luego me enteraría que él mismo también lo pensaba), con un técnico de sonido que dejaba mucho que desear, ya que puso los graves demasiado altos y no, no se entendía (y a veces ni se escuchaba) la voz que llevaba palabras un tanto grotescas. Además, no entiendo ese pelo encrespado de un metro recogido en una coleta, la cual salía por detrás de una gorra enorme (bueno,eso es común entre los hip hoperos, o eso creo) y unas gafas fashion-week moscardona. Un tanto extraño el chico... El rapero que hacía los coros se escuchaba poco, delicia también del intelectual que se encargó de esa parcela auditiva- ¡¡la más importante!!- del concierto. Por lo visto, también era conocido el Dj del chico de la cola, un tal R de Rumba que pasó sin pena ni gloria por el mismo motivo de sonido. Digamos que estuve entretenida, moviendo la cabeza al ritmo de la base (ya he dicho que imposible saber qué decía si no pegaba el oído a algún seguido que conociera los temas) y doy gracias porque este fue el primer-y peor- concierto de los 4 que vimos.

Segundo concierto, escenario Tres Culturas, artista: Putolargo. Sí, yo me quedé igual...sí que era largo el tío... y feo. Pero sabía dar espectáculo. Acompañado de guitarra, batería, timbales, trompeta y trombón, bajo y dos coristas (uno masculino y otro femenino), hizo las delicias poniéndole algo distinto, una melodía en la voz mientras escupía palabras sin dejar de ser rap, y una puesta en escena bastante más cuidada que la del rapero anterior. Aquí hasta hubo veces que me integré levantando las manos para seguir. Además, a mi me ganó en los primeros cinco minutos cuando dijo algo así como "y lo siento por los sevillistas pero el Betis siempre en primera!!" y se señaló una gran "B" blanca en su gorra verde, a juego con la chaqueta del chandal. En fin, soy así de simple. Salí bastante más contenta de este.

Luego, de vuelta al primer escenario y ya habiendo empezado hacía veinte minutos, Raimundo Amador. Sola entre la multitud. Mis acompañantes estaban comiendo y descansando mientras oían de lejos el concierto que a ellos no les interesaba pero que para mí iba a ser el mejor de la noche, con perdón del siguiente. Raimundo, acompañado de bajo, batería, piano, dos coristas y  un sin fin de guitarras a sus espaldas. Con sombrero blanco de vaquero fue haciendo las delicias de un público entregado, servidora incluída, que sorprendido vió cómo hacía una falseta del gran Diego del Gastor a lo rock. Blues, rock, flamenco... Y luego, Bolleré. Impresionante.

Por último, a eso de las 3:25 de la madrugada, recién terminado el gran Raimundo Amador, se subió al escenario el alicantino de adopción Ignacio Fornés, más conocido como Nach. Apareció tranquilo, caminando hacia el centro y con la cabeza gacha. Dos coristas lo acompañaban, uno de Zaragoza y otro de Barcelona (eran mucho mejores que los de los anteriores conciertos del mismo palo) y un Dj que también se atrevió a rapear uno o dos temas. La puesta en escena, sin ser espectacular, fue justa, hábil para sacar aplausos o interés de las personas que allí nos encontrábamos. Mimaba los tiempos y modulaba su voz en el paso de las canciones. Grandes temas que ahora sí pude escuchar, palabra por palabra, viendo cómo el poeta cantaba estrofas con una sola vocal haciendo de cobaya en un supuesto experimento del Rap. La gente estaba entregada y era imposible ver a una persona con los brazos hacia abajo a no ser que estuviera sujetando un perrito caliente para calmar el hambre que por aquellas horas ya se notaba. Y luego Nach, junto con sus dos acompañantes, con sudaderas negras y una letra fluorescente en cada espalda(R-A-P), hicieron el mejor tributo que podían hacerle a la música que profesan, Revelación, Actitud, Poesía: cantar Tres Siglas. Quizá le faltó el colofón a su actuación con la canción de Rap que a mí personalmente ha conseguido ponerme los vellos como escarpias, como se dice comúnmente. Ésta no es otra que El idoma de los Dioses. Un fallo que dejó con un leve sabor agridulce a los que, como yo, estaba esperando ese momento de la noche.

La jornada acabó tarde, a eso de las 5:30 estábamos yendo hacia el coche para emprender el camino de vuelta a Utrera, descansar y vuelta a la normalidad, esa que deseaba ayer y que ha llegado... queda un sábado para descansar, un domingo para votar en las municipales y de vuelta a un lunes de semana de guardia. Pero no vamos a pensar en eso... primero vamos a disfrutar de lo vivido ayer y lo que viviremos estos dos dias de tranquilidad. Buen fin de semana!

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