viernes, 30 de noviembre de 2018

¡Qué bien!

Qué bien cuando estás bien. Qué energía, qué alegría, qué sentir y qué vivir. Y tus ojos siempre expresivos, lo que expresan. Amor del bueno, del puro. Qué bien cuando estás bien... Cuando te levantas bien, desayunas bien y te duermes una siestecita de media mañana en el relax del sofá, cuando almuerzas un buen plato y alimentas además el alma con la conversación. Y qué sonrisa, y qué belleza en el rostro, y qué bien.
Qué bien cuando estás bien. Cuando no te hace falta café para estar despierta, cuando no te hace falta nada para estar bien, solo estar, solo ser. Qué bien. Joder, qué bien.