¿La suerte existe? La determinación y preinscripción de los hechos en la línea vital de una persona, ¿Está anotada desde que nace un nuevo día? No lo sé, la verdad. Si la suerte se considera destino, no lo veo. Pero si es circunstancial, si de lo que rodea a la persona en un día, en un segundo, depende de mil cosas y el resultado es favorable o desfavorable; entonces la suerte es descriptiva de un suceso. Y ahí sí, qué suerte a veces más agradecida. Qué alivio pensar en lo que ha sido y no fue. Qué temor encapsulado entre puntos, moratones y quemaduras, y qué miedo estar a merced de segundos o centímetros de ser o ya no ser nunca más, si no recuerdo quizás.
Y cuando paras, echas la vista atrás y te notas temblar las piernas y una congoja se te agarra a la campanilla como mono a platanero, ahí notas que te han quitado tiempo de vida, pero a la vez, te la han dado.
Suerte. Bendita suerte, gato. No gastes más vidas, que te quiero a mi lado.