viernes, 27 de diciembre de 2013

2014

Acaba el año, un año a ratos buenos y a ratos malos... Y otro comienza dentro de poco, y en menos que canta un gallo estaremos pasando por los meses, día a día, y las estaciones y las aguas turbulentas podrán calmarse después de que el tiempo paciente haga su trabajo.

Si hay algo que he aprendido es que el mundo sigue girando y le importa una mierda cómo te encuentres. Perdón por la palabra. La cuestión es no bajarte de él y ser tú. Siempre tú... ¿Quién si no? Si te pones en la piel de otro y dejas de hacer cosas por no molestar, podrás saber qué siente, sentir su alegría y también su dolor... Pero estarás viviendo una proyección. No hablo de empatía.

El día en el que el mundo siga girando y tu ser no tenga por más que bajarse del viaje vital del planeta tierra para ir (o no) a algún otro lugar, quizá en el último instante te des cuenta de que, en realidad, no has vivido tu vida.

Vive. Feliz 2014.