Y salté... Y da miedo, vértigo, incertidumbre y pena a partes iguales, pero a la vez me invade la ilusión... Y eso lo invade todo.
Dejo atrás a una persona que me ha enseñado muchas cosas, entre ellas que también hay humanos que, sin ser delicuentes, tienen el corazón negro y muy mala leche.
Ya eso no importa, vivo, respiro. Se que me va a ir bien, y se que voy a echar de menos a unos pocos de vivivisoles.
Y sin embargo lo que seguro que se, es que vuelvo a haber ampliado mi círculo y abierto horizontes.
Punto y a parte en lo laboral.
Punto y seguido en amistad.