Es frustrante. Retorcerle el pescuezo a alguien cual pollo de corral es una expresión que se me antoja ideal para describir lo que le haría a determinadas personas con determinadas actitudes. Es que hay situaciones y conversaciones que es como chocarse contra la pared una y otra vez y no parar hasta abrirte la cabeza. Estoy tan cansada de la gente cabezota y que no atiende a razones aunque la hagas croquis de colores con luces de neón... Las conversaciones se vuelven baladas de borregos, que pisan con sus pezuñas al acompañante, bailando a su aire, sin seguir el compás de la música que rodean, mientras le lanzan un balido a la oreja lanuda del compañero tapando todo acorde lógico armónico.
De verdad... qué hastío mental encontrarte con esto día sí, día también y el de en medio doble sesión por si te aburres. Será que el invierno está caluroso y los cerebros se fríen hasta convertirse en hervideros de neuras, porque si no, yo es que no lo entiendo. Las ganas de pelear, las ganas de discutir, las ganas de buscar las cosquillas, las ganas de tener siempre la última palabra, las ganas de quedar por encima... Suerte que dos no se pelean si uno no quiere, dos no discuten si uno se evade, dos no juegan a las cosquillas si uno se pone una coraza, la última palabra es la verdad que tú sabes y las ganas de quedar por encima es según tengas ganas o no de hacer ejercicio. Lo malo es si el otro es insistente por no decir cansino, fatigoso, perseverante, cargante, pesado, algo incómodo a fin de cuentas, es harto difícil no pelearse, ni discutir, ni dejarse encontrar, ni hablar más alto ni subirse al tejado para mirar por encima del hombro.
Intento pasar. Paso. ¿Paso o lo intento? Paso, paso. O al menos lo intento... Como diría mi amiga Mar, ¡¡Ay señor, llévame pronto!!
Esperanzada me hallo en que el que la sigue la consigue.
Pues yo prefiero q mejor se lleve pronto a la otra persona...así matamos dos pájaros de un tiro!
ResponderEliminarY un chocazo que la haga volver al lado luminoso de la fuerza?
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