martes, 17 de marzo de 2015

Vuelve a llover

Un tormentoso final que quizá esta vez no fuera sino el principio de una proposición de cambio. El poder sobre la vida, sobre la muerte. Es una sensación extrañamente conocida... Una bofetada que impacta con la realidad. La de aquel que puso la fuerza para cortar la cuerda que impedía a la gravedad realizar su trabajo. Sí, eso debe ser una purga.

Aún oye la hoja caer. La de él. Es culpa del de los ojos que miran tras la oscura tela. Todos lo dicen: Las patas de un elefante le pisan el esternón con la suavidad de una pluma, pero con todos sus kilos. Demasiados. Son muchos ya para soportarlos.

Pero no le había dado tiempo si quiera a observar el grotesco espectáculo. La muchedumbre había salido para escuchar la sentencia.

Era. Esa era su parte favorita.

Un hombre yace sobre el charco. Y sin embargo, el cadalso no está vacio: Hoy no habrá sermón en la plaza del pueblo.




Vuelve a llover.

 

domingo, 15 de marzo de 2015

Relatos Cortos: Malas compañías

Solo oía los ruidos de las cañerías cuando sonó el timbre. Una fuerza lo impulsó desde la cama hasta la entrada para abrir la puerta con todas las ganas que se le habían quitado. Su ojos, mitad esperanzados mitad llorosos, se abrían de par en par mientras la puerta dibujaba el cuarto de circunferencia en el suelo al abrirse y ofrecía un chirrido que ensordeció el bloque- en un momento fugaz pensó que tenía que lijarla para evitar tal estruendo-. Un señor enchaquetado y con un portafolios esperaba paciente en el umbral, regalando una sonrisa.

- Buenas tardes, disculpe que le interrumpa, soy de gas natural y... Oiga..!- oyó, pero ya no escuchaba nada.

Cerró la puerta con la misma dificultad que antes, pero con menos ganas. Se tumbó en la cama, cogió el móvil y al ir a lanzar un mensaje de evasión, sonó. Una llamada hacia la libertad, fuera de aquellas paredes que otra vez le recordaron que la soledad no pretendida es la peor compañía.