Quédate con quien te quiera bien. Con quién te diga "sí, quiero" con los "a pesar de", aún con girasoles boca abajo y sonrisas invertidas.
Quédate con quien te quiera libre, sin ataduras aún con papeles, sin prohibiciones en contramano.
Quédate con quien te quiera sin más, sin pedir más que lo justo, con quién te haga sentir, soñar, volar. También con quién te haga enojar, pero te haga volver.
Volver.
Volver una y otra vez a tu casa, porque hay personas que son hogar en días buenos y en días malos. Pero sí, quédate con quien te haga volver, volver y que parezca que nunca te has ido.
Feliz vida.