martes, 30 de julio de 2013

Pensamientos de madrugada

En un mundo multicolor como el que nos rodea, un parestésico en sentidos debería sentirse abrumado ante tal cantidad de tonalidades de azul mar y azul cielo, de verde vegetal y verde escupitajo. El que planta un arbol y el que escupe en la acera está pintando el mundo (el que escupe además debería empezar con Amoxicilina-clavulánico cada ocho horas). Esto es así, por asqueroso que parezca.
Como todo, son opciones, caminos, finalidades. Todo nos lleva a algo. Incluso el no hacer nada nos lleva al paso del tiempo, que es algo.

No puedo dormir. Me he despertado en mitad de la noche con los ojos como platos y he decidido venirme al sofá. Me siento ante la pantalla del ordenador y las letras salen una a una, solas, sin motivo aparente y con el sentido que mi cabeza quiera darles. No borro, casi nunca lo hago, aunque no voy a mentir: rectifico una vez he terminado el texto para darle un poco más de fuerza y notoriedad a determinadas frases  (soy muy muy melodramática), añadiendo partes, comas y puntos. Como si fueran sentencias. Muchas veces sentencio.

No hacer nada nos lleva a la nada. Eso que muchos "ninis" están dispuestos a aguantar (no me creo que no haya más opciones). Yo no podría. Soy culo inquieto. Por eso no me quedaré impasible ante lo que me venga este verano de 2013. Trece. El número maldito para los supersticiosos… pero a los 13 años me dieron mi primer beso. Para mi recuerdo, es un número mágico. Vaso lleno o vacío. Todo cambia según tu propio prisma. Esa es la clave.

lunes, 29 de julio de 2013

Las cosas que no nos dijimos

No te dije que era yo. Que no sabía qué hacer, cómo hacer, cuándo hacer.
No te dije que te necesitaba. Que seguía queriendo compartir mi vida entera contigo, de principio a fin.
No te dije que me dolía no estar a tu lado. Que el aire se volvía espeso conforme te alejabas.
No te dije que te extrañaba. Que el día que ahora fumo se consume con el aliento que algún día necesitaste y no te dí. Y que necesité y no me regalaste.
No te dije que mis manos anhelaban tocarte. Que el simple roce de tu piel erizaba los cabellos de mi coronilla en un alarde de besar el cielo.

No me dijiste que eras tú. Que no sabías qué hacer, ni cómo, ni cuándo.
No me dijiste que me extrañabas. Que la ausencia es peor cuando estás en la misma casa, en una misma habitación.
No me dijiste que me necesitabas. Que respirabas más y mejor cuando te decía, cuando te llamaba.
No me dijiste que era pasajero. Que mirar hacia adelante era el mayor reto. El más difícil. El que debía hacer. Y que querías ser mi bastón, mi apoyo. 
No me dijiste que estabas a mi lado. Ni que lo sentías, que me sentías, que me querías.  

Pero ahora te lo digo. Y ahora me lo dices. Me miras y lo sé. Te sonrío y lo sabes.

Es el lenguaje de la comprensión, de la sincronía, de los gestos, de la chispa. 

domingo, 28 de julio de 2013

Como siempre.

Y se hizo la luz después de la oscuridad. Porque nada dura eternamente y no iba a ser menos una penumbra insulsa. Sí, quizá esté por caer sobre los hombros la pesadez crítica de los tiempos que corren, pero juntos harán de tripas corazón y empujarán hacia arriba para no hundirse en el barro de una tormenta de verano... Siempre fue así. ¿Porqué ahora iba a ser distinto? Es como siempre. Como siempre.

La vida es cíclica en muchos de sus aspectos: una montaña rusa con principio y final en un mismo punto de inserción. Arriba, abajo, rápido y despacio en la maratón vital con aquarius de limón refrescando como nunca el ejercicio de vivir. Hará sol y un calor asfixiante. O lloverá y tronará el cielo quebradizo, y caerán gotas que hagan mojar tu pelo, tu cara, tu alma y el agua te llegue al cuello. Pero está todo inventado. Piscina, chapuzón, protección solar, paraguas, chubasqueros y flotadores salvavidas, aires acondicionados exentos de recargas y hasta climatizador bi-zona en los coches más modernos.

Ay... ¡que tú te creías que iba a ser fácil! Pero oye... ¿Te cuento un secreto? Tampoco es tan difícil... ¡Vámonos!

jueves, 25 de julio de 2013

Vidas rotas

Cuando de golpe se van tantas vidas sin una explicación que consuele (pocas lo hacen), se habla de tragedia.

Este blog hoy se viste de luto por esos sueños truncados y esas vidas y familias rotas. Descansen en Paz las víctimas del accidente ferroviario de Santiago. Un abrazo para los supervivientes y para los amigos y familiares.

Dolor ajeno. Dolor gallego. 

sábado, 20 de julio de 2013

Tu mano

Hoy puedes realmente sentirte mal. Sentir que la vida fluye sin que tengas control sobre la misma, sobre lo que sientes, sobre lo que piensas. Hoy puede que te hayas levantado con muchas preocupaciones y ninguna expectativa de cambio positivo. Que aun con el sol fuera de tu ventana, en tu habitación haya nubarrones que empañan el día y la noche. Y sin embargo ahí está, esa mano amiga y esa palabra de aliento que vuelve a traerte de vuelta a la realidad, aunque sea por unos momentos, pero ahí está. Siempre está.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros y la manera en que las cosas van a afectarte a ti... y eso que decidas es lo que va construyendo la vida. Poco a poco las aguas volverán a su cauce. Paso a paso. Sin prisa pero sin pausa. Mirando al frente, contigo. Apoyándote en ese amigo, el que se ofrece en cuerpo y alma. 

Gracias a todos aquellos que alguna vez tendieron una mano a aquel que necesitó una a la que aferrarse.

lunes, 15 de julio de 2013

Personajes VII

A cualquier persona de Utrera, las de toda la vida de cierta edad, a la que le hables hoy día de él, se le ilumina la cara y asiente con gesto amable, pues era una persona conocida, respetada y amada ¡¿Cuántas veces habré dicho eso de "soy nieta de..." para identificarme?!

Mi abuelo fue un caballero en presencia y esencia. Elegante, amable, educado, todo un Señor. Buena persona como pocas ha habido y habrá en este mundo. 
Algunos creerán que su vida fue fácil, pero se vió sacudido demasiado pronto por la muerte de hijas y esposa, quedando dos de sus hijos aquí en este mundo para quererlos. Nunca dejó de hacerlo con las ausentes. Ni con Mercedes tampoco. Padre también para sus hermanos, y su familia junto con Dios, para él lo más importante.  

Siempre aceptó lo que la vida le daba... y le quitaba también. Religioso a más no poder, se refugiaba en sus rezos. Hombre culto, lector matinal de periódico diario, sentado en la silla de acero con su copa de oloroso en la terraza de El Bosque, bajo los toldos de rayas, enfundado en su traje de chaqueta con corbata incluida. 
Tenaz, metódico, podría ahora mismo describir en horas y actos su día a día, desde que se levantaba y afeitaba hasta que se tomaba su nescafé nocturno en la cama, dejando la taza en la mesita de noche. Sus anécdotas... las historias que te contaba con esa media sonrisa en los labios las recordaré siempre. Y sus dos onzas de chocolate de rigor después del almuerzo. Y su tinto peleón. 

Os prometí que un día os iba a hablar de él, y así lo hago, con el orgullo de ser nieta de quien era y es, y llenándoseme los ojos de lágrimas al recordar que murió como vivió, con dignidad, sin dar ruido, pero con paz y aceptando que era aquello lo que tocaba ahora. Gran lección de vida la que me dio aquella noche.

Este personajes que han influido en mi vida va para Don Rafael en el aniversario de su muerte, y porque todos los días, se cumplan o no años de su ausencia, me acuerdo de él. Don Rafael, mi abuelo Rafa, caballero de la cabeza a los pies.







(Manuscrito encontrado en hoja de papel de un libro de mi abuelo: Costumbre y carácter. "Siembra una obra buena- dice un filósofo inglés- y recogerás la buena costumbre; siembra la costumbre, y recogerás carácter; siembra el carácter y recogerás tu suerte"

sábado, 13 de julio de 2013

Renacuajos

En un cubo de agua había dos renacuajos que jugaban a soñar que eran sapos sin pensar en lindas princesas. Saltaban de charca en charca y croaban. Croaban tan alto que los escuderos aspirantes a caballeros que por allí pasaban en el medievo pensaban que alguien había hecho acción escatológica alguna y olisqueaban primero, para taparse, con sus ásperas manos después, la nariz en un intento por oler algo que no era real, que no existía siquiera. Y reían. Lo pasaban bien aquellos renacuajos que no se ahogaban en el cubo de agua... Al fin y al cabo, algún día tendrían sus patas de atrás y saltarían fuerte, alto, lejos del muro de madera de aquel recipiente humano de agua sucia. Entonces jamás de los jamases volverían a sentirse unos renacuajos.

domingo, 7 de julio de 2013

La Burbuja


Imagina una burbuja, grande, brillante, de un jabón con un aroma tal que encandilaría al mejor olfato del universo. Imagínala ahora libre, imperfecta sí, pero volando sobre las cabezas de quienes la miran con los ojos entornados de la emoción, y dime si no es una imagen preciosa. Luego, párate a pensar en su vida: tan corta como frágil y bella, esa que es tan fácil de romper con un solo soplo de aire de distinta intensidad al que la mece suavemente. 

Pero dime, ¿no sigue siendo hermoso contemplar cómo se aleja...? ¿Y no te dan ganas de alcanzarla e irte con ella? Y sentir que es única y que ninguna otra será nunca igual, que puedes hacerla explotar en mil y una gotas de agua jabonosa, y jugar, como cuando éramos niños, a que ese preciso instante es tu momento... sintiendo, al tocarla, la humedad resbalando en la punta de tus dedos. 

viernes, 5 de julio de 2013

El momento.

Poco a poco, las aguas volvieron a su cauce con la parsimonia de una tarde de otoño, viendo cómo la gravedad, caprichosa, tornaba inertes las hojas entre las raíces del árbol centenario.
Volvería a llover. Y lo haría pronto... pero tenía toda una primavera escasa para disfrutar de la frondosidad del bosque y del sol calentándole sus pies descalzos.

Lo intentaré. Carpe Diem.