A veces pienso que me escaneo demasiado.
Y muchas veces que no sé elegir prioridades y que no sé hacerme escuchar: unas ahogo palabras, y otras no digo las correctas.
El ábaco va pasando fichas hacia un lado... lo bueno (o malo) es que se pueden volver a su inicio para volver a empezar, como los sentimientos de aquel día, en aquel momento, con aquella foto. Como lo que siento hoy.