domingo, 30 de diciembre de 2012

Hoy sí, te respondo.

Mentiría si digo que no he visto persona más cabezota que ella, pero la verdad es que el melón que sujeta su cuello lo tiene tela de duro. Los que creen en los horóscopos dirán que los astros se alinearon para darle esa testarudez a los Leo... Yo no se si es casiopea u opea entera (chiste) pero cabezota sí, es un rato.

De modo que dice no merecer favor alguno por ser mala, aunque lo agredece todo hasta la saciedad, acto que irónicamente denota lo contrario.

Resulta que resuelve a decir que es arisca, cuando es ella la que a veces busca un abrazo. Sí, adivinaste, no es muy de gato con uñas poner la zarpa escondiendo las garras alrededor de un cuerpo amigo.

Se conoce que se vanagloria de que es tierna sólo a veces, cuando tiene gestos de ternura todos los días hacia un amor de persona que no forma parte de su familia y se preocupa permanentemente por ella.

Se comenta que cuando está con el agua al cuello, con miles de tareas pendientes en su jornada laboral, es capaz de parar y tomarse un café contigo para charlar de la vida, aunque ello le haga ir a contrareloj y, a veces, saltarse un almuerzo.

Incluso dulces detalles navideños en forma de bombones se dice que ha traído a la gente que le rodea. Nadie más lo ha hecho.

A veces deja notas entre los papeles diciendo un "te quiero" si no ha podido despedirse hoy de tí.

Es más, fíjate, le falta tiempo para echarte una mano compañera en los quehaceres diarios si te ve a tope, aunque ello suponga ver reducido el poco tiempo que a veces pasa con lo que más quiere en este mundo; su hijo.

Y no se queja aun padeciendo dolores crónicos y, si lo hace, no para dar pena ni desdicha, sino aludiendo a un simple hecho cotidiano en su vida. Y todo ello con una sonrisa en la cara, con un gracias en los labios, y con el pensamiento de que no merece mención alguna por todo lo que hace.

Refiere a veces que sólo le gusta hacer lo correcto... Ja! Correcto no es dar las gracias por cosas vanales, eso es ser agradecida. Correcto no es tener contacto físico diario, eso es cariño. Correcto no es preguntarle a una persona por su situación todos los días cuando pasa un mal momento, eso es preocupación hacia el otro. Correcto no es pararse a compartir un aperitivo en medio de su tormenta, eso es solidaridad. Correcto no es dar presentes sin más, eso es ser detallista. Correcto no es dejar mensajes para expresar un sentimiento, eso es amor. Correcto no es ofrecerse a echar una mano sin importar a qué hora acabes, eso es compañerismo. Correcto no es callar sus padecimientos, eso es sacrificio. Correcto no es venir con una sonrisa en la cara, eso es fortaleza. Correcto no es obviar merecimientos, eso es modestia. Todo eso, amiga, es ser buena gente, buena persona.

Dije que no te iba a contestar y ya ves, mentí. No vuelvas a decir que no mereces lo que sea. No vuelvas a decir que no eres buena persona. Vuelvo a decirte... Quien siembra, recoge...

 

Y tú, aunque no lo creas, siembras de arte.

 

sábado, 29 de diciembre de 2012

Olores de Segunda Mano

El sentido del olfato es muy peculiar. Sabe distinguir desde el guiso preferido de tu madre a el diésel que emana del tanque en una gasolinera. Y si no, que le pregunten a los catadores de vinos, aceites y demás delicatesen. Provoca tantas emociones como matices. De ello habla, por ejemplo, El Perfume, de Patrick Süskind.

Aún hoy me encanta oler un libro nuevo, a estrenar. Qué sensación cuando ibas al colegio cargado de material... Hubo un tiempo que mis libros eran heredados. No eran entonces lo bastante nuevos para poder emitir ese inolvidable olor en exclusiva para tu olfato, ni tan viejos que se hubieran impregnado de otros tantos aromas. Sin embargo, una vez más hubo una Reforma Educativa y ésta, claro, cambió el plan de estudios; la EGB y el BUP dio paso a la LOGSE (con primaria y ESO), y mis padres no tuvieron más remedio que gastarse un pico más en Septiembre en los textos para mi aprendizaje. Y yo, la verdad, fui sumamente feliz con la nariz metida entre sus hojas.

Ayer estuve en una librería de segunda mano... Y el olor hizo de nuevo acto de presencia: olía a imprenta y a tinta, a hoja vieja, a polvo, a antaño, a historias, a anécdotas presenciadas en las estanterías de sus antiguos dueños, al paso de las páginas en los ojos de los quién sabe cuantos lectores, a dedicatorias y a primeras ediciones, a historia y tiempos pasados. Y fue tal la sensación de encontrar todo eso y a tan buen precio que ya he guardado direcciones de otras para ir de nuevo a buscar un tesoro, una nueva historia con un nuevo matiz, una puerta abierta a la imaginación en forma de libro.

 

martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad

La ilusión que reina en estos días en los corazones de los pequeños de familia de casi todas las clases sociales (inundadas de papanoelismo y reyesmaguismo) solo es comparable a aquellos adultos que aún viven la Navidad con ojos de niños. Las luces del árbol en el salón alumbran quizás aquella oscuridad en la cartera que en otras épocas pesa más, y los villancicos a ritmo de tenedor y botella de anís -Flor de Utrera el mejor, sin duda- alegran y cultivan la sonrisa, esa que cada vez cuesta sacar a relucir cada vez que se escurre una noticia del diario, escrito, escuchado o visto por televisión.

Bien es cierto que la realidad de otras familias no es tal, puesto que no todo el mundo tiene un manjar que llevarse a la boca en estos días, y sin embargo, ahí está, la caridad de esos que no miran hacia otro lado y hacen todo un poco más fácil compartiendo parte de su patrimonio, aunque sea un paquete de azúcar para endulzar la vida.

La Navidad (religiosidad a parte, esto es así mal que le pese a algunos) lleva mucho tiempo siendo tiempo de consumo desmedido y de alegría de comercios, que ven subir sus ganancias; pero lleva mucho más tiempo siendo explosión de alegría, deseos de dicha, demostración de sentimientos y esperanza de que un mundo mejor, es posible.

Feliz Navidad a todos. Feliz vida siempre.

 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Tinto y palillo

Hubo una vez un señor desgarvilado en mi pueblo, con bastón, pantalón de pinzas y camisa a cuadros, que se dedicaba al noble arte de no hacer nada una vez se jubiló. Este hombre, palillo en boca, se iba a la plaza mayor con tinto en mesa a ver al gentío pasar. Era todo lo que hacía. Bueno, comer también comía... Y dormir con un ojo abierto, el rosario en una mano y el bastón en otra, no fuera a ser que Dios se quedase traspuesto y no lo avisara de que unos cacos entraban en casa a por el cordón de oro de su padre. No hablaba apenas. Una palabra le escuché y creo que fue a una mosca ("¡quita!"). Ni saludar sabía.

 

Un buen día, no tan bueno para nuestro protagonista, se puso su camisa y se fue directo a la caja de palillos, pero ésta estaba vacía: su hija no había recordado comprarlos. Se puso confuso los pantalones y cogió su bastón. El bar de la plaza estaba cerrado por defunción (vaya... también tuvo que ser mal día para el regente del negocio). Ni palillo ni tinto.

 

¡Qué desastre! Fue una imagen aterradora. Verlo de pie, al lado de la verja mugrienta de aquella tasca, sin tinto ni palillo ni intención de conseguirlos. Allí mismo se quedó toda la mañana. Callado, de pie y con los ojos cerrados.

 

¿Porqué?

 

Se lo pregunté, pero negó con su cabeza y yo me quedé un poco... Perpleja.

 

Y claro, toda la gente que pasaba por la plaza se quedaba mirándolo, preguntándose si al viejito del bastón le pasaba algo o es que estaba meditando sobre la vida secreta de las orugas. Así que, por una vez, queriéndolo o sin querer, el observado fue él.

 

domingo, 16 de diciembre de 2012

TEMAZOS XXXIX

No hay palabras para el día de mañana... Tan solo una canción para recordarte. Un abrazo allá donde estés.

 

jueves, 13 de diciembre de 2012

Escribir

Ya está, ya me ha entrado la vena escritora. ¿Nunca la has sentido? Sí, sí, esa que de repente te empuja a coger papel y lápiz, o teclado directamente y hace que tus dedos se muevan a la velocidad de la luz. Fiuuuuuuuuuu... ¿No la sientes? Se escribe de todo, o se escribe de nada. De lo que quieras, de lo que te digan, de lo que leas, de lo pienses, de tus recuerdos o sueños cumplidos y por cumplir...

Espera, espera... Que se va... Que se va...

Ostras...¿Qué os estaba diciendo?


lunes, 10 de diciembre de 2012

Personajes IV

Es curioso cómo va pasando el tiempo sin contar los años que han pasado. Cuando a una le da por tirar de calendario se da cuenta de que, aun sintiéndose joven, ya ha disfrutado de muchas vivencias y conocido a muchas personas.

Mi colegio fue La Sagrada Familia de Utrera. Allí, desde los cuatro años hasta los dieciséis compartí muchas horas con muchas de las que hoy, sin ser amigas íntimas, me alegra tanto saber de ellas que las quiero seguir teniendo en mi vida.

Benditos móviles con internet que ahora permiten un encuentro virtual para, espero, hacerlo físico próximamente...


Tantos recuerdos... Tantas canciones con y sin guitarra, tantas peleas entre nosotras y entre A y B (sin maldad... En realidad nos llevábamos bien!), tantos juegos, clases de gimnasias, tantos "uno y dos" dichos en bajito al cantar el Himno de Andalucía, tantos exámenes, chuletas... ouijas en el recreo (en serio nos lo creíamos? sí, sí, no digáis que no movíais la moneda!!), tantas misas, ofrendas y peticiones, tantas clases compartidas y tantos bocatas, tantos Vale y SuperPop, enamoramientos de profesores (Ay, Camacho, qué fuerte te dió!), ambientadores antipersona, pezones (hace falta que diga más?), tantas frases célebres, y mil imitaciones... anécdotas varias en definitiva, que no me canso de rememorar y de contar cuando tengo la más mínima oportunidad. Prometo que la última vez que os mencioné fue hace menos de una semana.

La sección de Personajes de hoy va, como no podía ser de otra forma, para:


La Promoción 1988-2000 del Colegio Sagrada Familia de Utrera. (SAFA)

¡Qué buenos años!

 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Sin Humo

De pequeña, recuerdo a mi padre siempre con un cigarrillo en la mano. A pesar de ser anti-tabaco (Habiendo visto pulmones alquitranados en cirugía torácica y trabajando en un servicio de Neumología con EPOCs por doquier ya me valdría si no...), el olor a tabaco en las manos de mi padre me aportaban tranquilidad y protección, así que me gustaba y me sigue gustando oler unas manos que desprendan ese inconfundible aroma.

Hace ya años, mi padre fue capaz de dejar el cigarro a un lado después de que la voz de ratita del pequeño de la familia lanzara un dedo acusador. Él lo logró, no sin esfuerzo. Lo consiguió como un campeón.

Ahora que llega el año nuevo, ¿Porqué no te lo propones? En serio... Seguro que sabes que lo digo por tí, amigo. A la otra del trío ni lo intento sin bombo a la vista. Venga, ¡ánimo! ¡Tú puedes!



...Eso siempre que los Mayas se equivoquen... ;)

 

 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Cosas de otros

"Y el frío silencio volvió a apoderarse de la situación, ganando una nueva batalla, las cotidianidades a lo extraordinario, la rutina a la aventura, el frío al calor, la oscuridad a la luz, el silencio al gañido, el tacto de la fría losa de mármol al tacto cálido de la tierra fértil. ¿O tal vez no?"


Milo.