viernes, 27 de diciembre de 2013

2014

Acaba el año, un año a ratos buenos y a ratos malos... Y otro comienza dentro de poco, y en menos que canta un gallo estaremos pasando por los meses, día a día, y las estaciones y las aguas turbulentas podrán calmarse después de que el tiempo paciente haga su trabajo.

Si hay algo que he aprendido es que el mundo sigue girando y le importa una mierda cómo te encuentres. Perdón por la palabra. La cuestión es no bajarte de él y ser tú. Siempre tú... ¿Quién si no? Si te pones en la piel de otro y dejas de hacer cosas por no molestar, podrás saber qué siente, sentir su alegría y también su dolor... Pero estarás viviendo una proyección. No hablo de empatía.

El día en el que el mundo siga girando y tu ser no tenga por más que bajarse del viaje vital del planeta tierra para ir (o no) a algún otro lugar, quizá en el último instante te des cuenta de que, en realidad, no has vivido tu vida.

Vive. Feliz 2014.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Recuerdos

Aún hoy puedo sentir tu suspiro mientras me miras desde abajo, con tu cabeza apoyada en mi zapatilla. Me muevo y me hace cosquillas un pelo largo y blanco que se ha posado entre mi chaleco y el pañuelo, y maldigo el día en que los maldecía, amenazando con la boquita pequeña que iba a rapar tu largo plumero que hace las veces de molinillo para detener tu carrera mágica de todos los días por el patio. Estarás bien y estaré bien. Probablemente lo estés ya, y me alegro, pero te echo de menos.

martes, 29 de octubre de 2013

Frío

Ha venido el frío. Las primeras castañas en la plaza han llegado a mis manos quemándome los dedos mientras soplo con fuerzas y esperanzas para que se enfríen y no me pele la lengua antes de meterlas en la boca. Siempre fui muy impaciente para unas cosas.

El humo ha invadido el lugar de mis juegos de infancia compartiendo espacio con las casetas de la Feria del Libro y los veladores en la acera del Casino.

Y siguen habiendo niños que ríen, y viejos que charlan y ven pasar a los adolescentes procedentes de la biblioteca o de la estación de tren.

Y me asaltan dudas, pensando que hoy no es este mi lugar… o que quizás en realidad nunca dejó de serlo.



 

martes, 8 de octubre de 2013

Hambre

Horizontes paralelos se abren ante la posibilidad de cambios vitales ¡Cuántas veces habremos oído eso de "más vale malo conocido..."! Nos perdemos todo un mundo de cara con sus cruces por cerrar los ojos o mirar hacia otro lado. Y da miedo (¿qué es el miedo si no la sensación de peligro, de amenaza, de descontrol?) Claro. Da miedo, y mucho a veces y poco a pocos ratos. Pero es así. Y así seguirá siendo hasta que nos acerquemos a la borda y veamos las aguas mansas, esperando, cautas, a un chapuzón de verano refrescante.

Ay prima, ponme de comer, que tengo hambre... De figuras literarias con metamorfosis en vez de metáforas de gusanos de seda convertidos en mariposas, y renacuajos en ranas, y sapos en príncipes de cuento con final de perdices... De leones dentro de armarios en el mundo mágico de Narnia y pequeños hobbits perseguidos por dragones en busca de tesoros... Tengo hambre de tierra en Marte, de carreras populares y a escondidas, de agua de estrella de mar, de Lunas de Saturno y fuego en las montañas de Venus, de Sol en Mercurio y nubes celestiales... Sí, ponme de comer, que tengo hambre de vida.

 

lunes, 30 de septiembre de 2013

Lección de vida: Un día nublado.

Este texto a modo de conversación no es mío... Pero no tiene desperdicio. Os invito a que lo leáis... Es maravilloso.

- Estoy deseando contarte lo que mis ojos han visto y mis manos han sentido.


- Dime, te leo con atención.

- Me hubiera gustado que estuvieras allí, el viaje me ha encantado... No he podido dejar de mirar el paisaje. Es tan hermoso cuando llueve... Es tan mágico cuando bajan las nubes para acariciar las montañas, cuando el verde de los árboles intenta abrirse camino entre el grisáceo de las nubes, cuando se mezclan olores, colores, sabores, vida... No se muy bien cómo explicártelo pero el viaje ha sido muy hermoso para mí, y mi retina ha intentado absorberlo todo para contártelo.

- Pues lo estás haciendo de una forma muy bella.

- Es que me gusta mucho cuando las nubes bajan hasta la tierra. Es como si nos hiciéramos grandes y pudiéramos tocarlas. Ellas nos muestran lo humildes que son, al fin y al cabo, y bajan para dejarse acariciar por toda la vida que hay aquí abajo.

- Es precioso...

- Hoy olía a limpio, a belleza, a agua, a vida, a armonía, a paz (...) y cuando saqué mis dedos por la ventana y sentí finas gotas de agua tocándome un instante sólo, el suficiente para que el viento se las llevara, también me encantó...

- Me estás transportando a un mundo que reboza naturaleza (...) Qué bonito...

- Es que quería que estuvieras alli, y no se me ha ocurrido otra cosa mejor que contártelo. Te lo cuento y aún estoy viendo la mezcla de colores, el gris de la tierra, las diferentes tonalidades de verde, las nubes bajas, tan finas, nebulosas, tan cercanas... Ya se que soy muy pesada con las nubes pero hoy me han hecho sentir bien.

- Entonces conseguiremos muchas nubes de esas para todos los días, para que siempre te sientas como hoy.

- Las nubes son caprichosas, hay que dejarlas hacer... Si fueran tan accesibles siempre perderían su encanto... Los días de lluvia también lo tienen (su encanto)... Es solo que a veces, no sabemos mirar.

lunes, 16 de septiembre de 2013

...Buen viaje.

Como las estaciones, los años van pasando sin que apenas te pares a pensar en el crecimiento de lo que te rodea. Sólo parecemos apreciar la salida del sol y del ocaso en una misma jornada... sin tener en cuenta que es un sumatorio de horas y momentos los que lo forman.
Hace unos años conocí a dos personas, diferentes como el día y la noche. Una, loca ausente, soñadora con pies en el suelo, dada a los demás y con el eterno peter pan en su affaire, jugando a no querer ser mayor cuando ella sabe de sobra que grande es desde hace mucho tiempo. Otra, responsable, amable, bondad personificada y prudencia, con aspiraciones edificables en torreones de ladrillos para dejar su sello en vida y ser recordada a su muerte. Las dos, soles de un mismo trío, patas de un banco a tres que seis cuerdas de guitarra unieron una vez en la Casa de la Cultura de la villa de Utrera y qiue a ésta que escribe la hacen sentir cada vez con más años a las espaldas, con más recuerdos que contar y con más conversaciones que firmar, hablando de la vida, como siempre, con un café de media tarde.

Son mis niñas de guitarra... y una vuela ya sola hacia un destino mejor, para volver con una experiencia formidable. Espero que tenga en su maleta una foto que no la ate, pero sí le recuerde de donde es, de donde viene y a los que deja en tierra, los mismos que la miramos marcharse de espaldas esperando que vuelva la mirada para decirle que la queremos. Y mucho.

Te echaremos de menos, Isa. Cuídate mucho.


... Buen viaje.

jueves, 22 de agosto de 2013

Verano


Para muchos, verano es sinónimo de playa. Yo no lo tengo tan claro, vistos mis veranos desde que me vi inmersa en la vida laboral (es lo que tenemos los sanitarios... ¡que no solemos tener verano!)

Esta vez, sí lo tendré. Y busco la tranquilidad de la brisa de la costa gaditana, con todos sus ingredientes... a saber, descanso, comida y compañía deseada, aderezado todo con sol, agua y un buen libro. Y pasear... Me encanta pasear por la orilla, porque un paseo por la playa puede traer muchas cosas: Desde el rojo crustáceo en la piel de los hombros indebidamente protegidos con ungüentos anti-UV hasta la sensación de frescor de la arena mojada bajo tus pies desnudos, contorneándose a través de ellos por la corriente del ir y venir de las olas, el olor a salitre en tu nariz, el sol acariciando (o pegando) en tu mejilla, un chapuzón para refrescarte en un momento dado y una conversación sincera con la costa primero a izquierdas o derechas y viceversa... pero lo que más me gusta, lo que hace que me decida por andar y andar en vez de quedarme tumbada y realizar aquello del vuelta y vuelta, es lo que hay ante mis ojos: colores fríos, cian del mar y del cielo; y cálidos, tierra de la arena y melocotón y dorado-sol reflejado en la piel tostada de aquellos que disfrutan de la naturaleza compartida y del mar angosto, sublime, eterno...


Disfrutad del verano, ¡que se acaba!

sábado, 17 de agosto de 2013

17 de Agosto

Otro año más, el diecisiete de agosto hallegado en medio de un calor abrasador... ¡Y también a principio de mis muy esperadas vacaciones! Pero eso no es lo importante. Lo importante hoy eres tú: hoy eres trescientos sesenta y seis (que el año pasado fue bisiesto, no lo olvides) días más sabia, un año mejor, como los vinos… los buenos vinos.

Ya te lo dije en más de una ocasión; eres una persona especial y como tal mereces un día especial, con su felicitación especial y su regalo especial. Porque este es tu día, y la protagonista eres tú.

Por eso hoy quiero desearte felicidades, felicidad en (y a tu) familia, felicidad en tu trabajo, salud y compañía, y que soples las velas de tu tarta de esperanza, con la ilusión de que el nuevo año que comienzas a vivir te colme de buenos momentos con los tuyos, risas, alegrías y fuerza para algún mal momento, que siempre hay alguno… no puedo engañarte, ya sabes que se me da mal mentirte.

Hoy quiero decirte y expresarte la alegría tan grande que siento al sentirme parte de tu vida. Y desearte otra cosa: que sigas paseando tu existencia con arte por este mundo muchos más años (felices) al lado de tu gente ...y que yo los vea sentada, cerquita tuya.

Ahora párate, respira, tómate tu tiempo y piensa qué es lo que quieres: pide con el corazón y hazlo con los ojos cerrados, coge todo el aire que puedas y sopla con fuerza las velas...

Lucha por tus sueños, por hacer realidad tus deseos... el mío para ti es la mayor de las felicidades... Una Felicidad total y absoluta.


miércoles, 14 de agosto de 2013

Amigos en la adversidad

Pasa a veces que el día se levanta graciosillo. Se te quema la tostada, el café se derrama y finalmente te manchas esos vaqueros que habías justo recogido del tendedero, limpios, con olor a suavizante ya mezclados con el del desayuno. Encima te has quemado la pierna... y para colmo llegas tarde.

Tráfico, ruidos, gritos, estrés... una auténtica locura en los recovecos de tu cabeza. Pero ahí está. Ese amigo en la adversidad capaz de sacarte una sonrisa y un "stop" en la mente inquieta. Hace poco leí a una bloguera (a la que sigo habitualmente) que llamaba a esas personas, amigos salmones: "No reparan en regalarte su tiempo, su espacio, sus momentos de ocio para ayudarte a remontar el río. Son amigos salmones, van a contracorriente, da igual lo que tengan que hacer, ahí están, como las hojas perennes de los árboles"

Y tiene más razón que un santo. Yo le copio la idea y de nuevo doy las gracias a esos amigos salmones que decía Miércoles en su blog (Si queréis leer su blog, pinchad aquí ), porque esos amigos en la adversidad son seres extraordinarios, que nos eligen y a quienes elegimos, y que la vida puso en nuestro camino en algún momento para que cuidasen de nosotros en las aguas más bajas.

domingo, 11 de agosto de 2013

Diálogos borreguiles

Los borregos son seres adorables desde que una conocida marca de suavizante los hizo partícipe de su imagen y anuncios televisivos para representar la suavidad y la ternura. Pero oye, el campo de dichos bichejos llega hasta límites insospechados. Tanto es así que si decimos que una persona es un borrego, no nos referimos a que es sedoso, delicado o exquisito... sino que se deja llevar fácilmente por otros capitanes en sus barcos, igual hacia aguas más oscuras y profundas: el borreguito agacha sus orejillas y se deja llevar por la marea.

Hoy, me voy a dedicar a definir una conversación entre borregos. Porque, amigos, una buena conversación y un buen conversador no es fácil de encontrar, hay que tener muchos aspectos en cuenta para que no se deje nada en el tintero y no pase la eterna premisa de que las palabras se las lleva el viento.


La conversación entre borregos es aquella en la que se dicen muchas cosas, interesantes o no, pero no llegan a buen puerto. Simplemente ambos interlocutores pierden el inter-és y se quedan sólo en locutores (sí, hoy me he levantado ocurrente). Vaya, más claro, que hablar por los codos se les da bien, pero deberían limpiarse las orejas y conductos auditivos para poder escuchar (que no oir) lo que dice el otro y así poder llegar a una conversación entre seres humanos... no ser una amalgama de berreos entre borregos sin lana. 

lunes, 5 de agosto de 2013

Personajes IX

Fui feliz en mi infancia. El colegio nunca me pesó (aunque tampoco me gustó demasiado) y siempre fui considerada como una niña bien por profesores y compañeros.

Cuando acababa la jornada partida en el colegio a eso de las cinco de la tarde, a pocos minutos andando, los niños íbamos en busca de nuestras madres: costureras de ocasión para una cofradía utrerana. Siempre la llamamos "la hermandad", tal cual.

Siempre, al llegar, nos íbamos al almacén viejo para ver series de dibujos animados en un viejo televisor en blanco y negro que nos arregló el manitas de la hermandad. Y, una vez hechos los deberes y tomada la merienda en cuestión, llegaba el momento de los juegos. El "piedra, papel y tijeras" era de los preferidos, subiendo escalones por cada punto ganado. Los juegos en la vieja escalera de madera, el elástico y la cuerda eran el día a día y los hockeys improvisados con escobones y tapones de lejía, y las partiditas al fútbol con cabeza de muñeca (sólo una vez, que yo recuerde) siguen siendo recuerdos frescos en mi memoria.

María Jesús, Juan Carlos y Elena; Ana Belén y Juan Manuel; Jesús, Juan Enrique y María Jesús y Rocío; y de vez en cuando los Melero; junto con mis hermanos, Isabel, Antonio y una servidora. Los niños de la hermandad.

Algunos siguen siendo amigos (nos vemos demasiado poco, lo sé), otros, para qué negarlo, sólo conocidos a los que guardo gran cariño. Esos años de juegos de almacén no los olvidaré jamás.

Este personajes va para mis compañeros de juegos en los años más felices de mi infancia, para esas personas que, aun teniendo pocas ocasiones para vernos, siguen siendo para mí hermanos no carnales, pero hermanos al fin y al cabo, y para esos padres que nos dieron la oportunidad de tener esos días en los que reímos y lloramos, nos peleamos y nos reconciliamos, pero sobretodo, nos conocimos y nos quisimos, sentando las bases de lo que hoy somos: hombres y mujeres hechos y derechos... Los (antiguos) niños de la hermandad.



martes, 30 de julio de 2013

Pensamientos de madrugada

En un mundo multicolor como el que nos rodea, un parestésico en sentidos debería sentirse abrumado ante tal cantidad de tonalidades de azul mar y azul cielo, de verde vegetal y verde escupitajo. El que planta un arbol y el que escupe en la acera está pintando el mundo (el que escupe además debería empezar con Amoxicilina-clavulánico cada ocho horas). Esto es así, por asqueroso que parezca.
Como todo, son opciones, caminos, finalidades. Todo nos lleva a algo. Incluso el no hacer nada nos lleva al paso del tiempo, que es algo.

No puedo dormir. Me he despertado en mitad de la noche con los ojos como platos y he decidido venirme al sofá. Me siento ante la pantalla del ordenador y las letras salen una a una, solas, sin motivo aparente y con el sentido que mi cabeza quiera darles. No borro, casi nunca lo hago, aunque no voy a mentir: rectifico una vez he terminado el texto para darle un poco más de fuerza y notoriedad a determinadas frases  (soy muy muy melodramática), añadiendo partes, comas y puntos. Como si fueran sentencias. Muchas veces sentencio.

No hacer nada nos lleva a la nada. Eso que muchos "ninis" están dispuestos a aguantar (no me creo que no haya más opciones). Yo no podría. Soy culo inquieto. Por eso no me quedaré impasible ante lo que me venga este verano de 2013. Trece. El número maldito para los supersticiosos… pero a los 13 años me dieron mi primer beso. Para mi recuerdo, es un número mágico. Vaso lleno o vacío. Todo cambia según tu propio prisma. Esa es la clave.

lunes, 29 de julio de 2013

Las cosas que no nos dijimos

No te dije que era yo. Que no sabía qué hacer, cómo hacer, cuándo hacer.
No te dije que te necesitaba. Que seguía queriendo compartir mi vida entera contigo, de principio a fin.
No te dije que me dolía no estar a tu lado. Que el aire se volvía espeso conforme te alejabas.
No te dije que te extrañaba. Que el día que ahora fumo se consume con el aliento que algún día necesitaste y no te dí. Y que necesité y no me regalaste.
No te dije que mis manos anhelaban tocarte. Que el simple roce de tu piel erizaba los cabellos de mi coronilla en un alarde de besar el cielo.

No me dijiste que eras tú. Que no sabías qué hacer, ni cómo, ni cuándo.
No me dijiste que me extrañabas. Que la ausencia es peor cuando estás en la misma casa, en una misma habitación.
No me dijiste que me necesitabas. Que respirabas más y mejor cuando te decía, cuando te llamaba.
No me dijiste que era pasajero. Que mirar hacia adelante era el mayor reto. El más difícil. El que debía hacer. Y que querías ser mi bastón, mi apoyo. 
No me dijiste que estabas a mi lado. Ni que lo sentías, que me sentías, que me querías.  

Pero ahora te lo digo. Y ahora me lo dices. Me miras y lo sé. Te sonrío y lo sabes.

Es el lenguaje de la comprensión, de la sincronía, de los gestos, de la chispa. 

domingo, 28 de julio de 2013

Como siempre.

Y se hizo la luz después de la oscuridad. Porque nada dura eternamente y no iba a ser menos una penumbra insulsa. Sí, quizá esté por caer sobre los hombros la pesadez crítica de los tiempos que corren, pero juntos harán de tripas corazón y empujarán hacia arriba para no hundirse en el barro de una tormenta de verano... Siempre fue así. ¿Porqué ahora iba a ser distinto? Es como siempre. Como siempre.

La vida es cíclica en muchos de sus aspectos: una montaña rusa con principio y final en un mismo punto de inserción. Arriba, abajo, rápido y despacio en la maratón vital con aquarius de limón refrescando como nunca el ejercicio de vivir. Hará sol y un calor asfixiante. O lloverá y tronará el cielo quebradizo, y caerán gotas que hagan mojar tu pelo, tu cara, tu alma y el agua te llegue al cuello. Pero está todo inventado. Piscina, chapuzón, protección solar, paraguas, chubasqueros y flotadores salvavidas, aires acondicionados exentos de recargas y hasta climatizador bi-zona en los coches más modernos.

Ay... ¡que tú te creías que iba a ser fácil! Pero oye... ¿Te cuento un secreto? Tampoco es tan difícil... ¡Vámonos!

jueves, 25 de julio de 2013

Vidas rotas

Cuando de golpe se van tantas vidas sin una explicación que consuele (pocas lo hacen), se habla de tragedia.

Este blog hoy se viste de luto por esos sueños truncados y esas vidas y familias rotas. Descansen en Paz las víctimas del accidente ferroviario de Santiago. Un abrazo para los supervivientes y para los amigos y familiares.

Dolor ajeno. Dolor gallego. 

sábado, 20 de julio de 2013

Tu mano

Hoy puedes realmente sentirte mal. Sentir que la vida fluye sin que tengas control sobre la misma, sobre lo que sientes, sobre lo que piensas. Hoy puede que te hayas levantado con muchas preocupaciones y ninguna expectativa de cambio positivo. Que aun con el sol fuera de tu ventana, en tu habitación haya nubarrones que empañan el día y la noche. Y sin embargo ahí está, esa mano amiga y esa palabra de aliento que vuelve a traerte de vuelta a la realidad, aunque sea por unos momentos, pero ahí está. Siempre está.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros y la manera en que las cosas van a afectarte a ti... y eso que decidas es lo que va construyendo la vida. Poco a poco las aguas volverán a su cauce. Paso a paso. Sin prisa pero sin pausa. Mirando al frente, contigo. Apoyándote en ese amigo, el que se ofrece en cuerpo y alma. 

Gracias a todos aquellos que alguna vez tendieron una mano a aquel que necesitó una a la que aferrarse.

lunes, 15 de julio de 2013

Personajes VII

A cualquier persona de Utrera, las de toda la vida de cierta edad, a la que le hables hoy día de él, se le ilumina la cara y asiente con gesto amable, pues era una persona conocida, respetada y amada ¡¿Cuántas veces habré dicho eso de "soy nieta de..." para identificarme?!

Mi abuelo fue un caballero en presencia y esencia. Elegante, amable, educado, todo un Señor. Buena persona como pocas ha habido y habrá en este mundo. 
Algunos creerán que su vida fue fácil, pero se vió sacudido demasiado pronto por la muerte de hijas y esposa, quedando dos de sus hijos aquí en este mundo para quererlos. Nunca dejó de hacerlo con las ausentes. Ni con Mercedes tampoco. Padre también para sus hermanos, y su familia junto con Dios, para él lo más importante.  

Siempre aceptó lo que la vida le daba... y le quitaba también. Religioso a más no poder, se refugiaba en sus rezos. Hombre culto, lector matinal de periódico diario, sentado en la silla de acero con su copa de oloroso en la terraza de El Bosque, bajo los toldos de rayas, enfundado en su traje de chaqueta con corbata incluida. 
Tenaz, metódico, podría ahora mismo describir en horas y actos su día a día, desde que se levantaba y afeitaba hasta que se tomaba su nescafé nocturno en la cama, dejando la taza en la mesita de noche. Sus anécdotas... las historias que te contaba con esa media sonrisa en los labios las recordaré siempre. Y sus dos onzas de chocolate de rigor después del almuerzo. Y su tinto peleón. 

Os prometí que un día os iba a hablar de él, y así lo hago, con el orgullo de ser nieta de quien era y es, y llenándoseme los ojos de lágrimas al recordar que murió como vivió, con dignidad, sin dar ruido, pero con paz y aceptando que era aquello lo que tocaba ahora. Gran lección de vida la que me dio aquella noche.

Este personajes que han influido en mi vida va para Don Rafael en el aniversario de su muerte, y porque todos los días, se cumplan o no años de su ausencia, me acuerdo de él. Don Rafael, mi abuelo Rafa, caballero de la cabeza a los pies.







(Manuscrito encontrado en hoja de papel de un libro de mi abuelo: Costumbre y carácter. "Siembra una obra buena- dice un filósofo inglés- y recogerás la buena costumbre; siembra la costumbre, y recogerás carácter; siembra el carácter y recogerás tu suerte"

sábado, 13 de julio de 2013

Renacuajos

En un cubo de agua había dos renacuajos que jugaban a soñar que eran sapos sin pensar en lindas princesas. Saltaban de charca en charca y croaban. Croaban tan alto que los escuderos aspirantes a caballeros que por allí pasaban en el medievo pensaban que alguien había hecho acción escatológica alguna y olisqueaban primero, para taparse, con sus ásperas manos después, la nariz en un intento por oler algo que no era real, que no existía siquiera. Y reían. Lo pasaban bien aquellos renacuajos que no se ahogaban en el cubo de agua... Al fin y al cabo, algún día tendrían sus patas de atrás y saltarían fuerte, alto, lejos del muro de madera de aquel recipiente humano de agua sucia. Entonces jamás de los jamases volverían a sentirse unos renacuajos.

domingo, 7 de julio de 2013

La Burbuja


Imagina una burbuja, grande, brillante, de un jabón con un aroma tal que encandilaría al mejor olfato del universo. Imagínala ahora libre, imperfecta sí, pero volando sobre las cabezas de quienes la miran con los ojos entornados de la emoción, y dime si no es una imagen preciosa. Luego, párate a pensar en su vida: tan corta como frágil y bella, esa que es tan fácil de romper con un solo soplo de aire de distinta intensidad al que la mece suavemente. 

Pero dime, ¿no sigue siendo hermoso contemplar cómo se aleja...? ¿Y no te dan ganas de alcanzarla e irte con ella? Y sentir que es única y que ninguna otra será nunca igual, que puedes hacerla explotar en mil y una gotas de agua jabonosa, y jugar, como cuando éramos niños, a que ese preciso instante es tu momento... sintiendo, al tocarla, la humedad resbalando en la punta de tus dedos. 

viernes, 5 de julio de 2013

El momento.

Poco a poco, las aguas volvieron a su cauce con la parsimonia de una tarde de otoño, viendo cómo la gravedad, caprichosa, tornaba inertes las hojas entre las raíces del árbol centenario.
Volvería a llover. Y lo haría pronto... pero tenía toda una primavera escasa para disfrutar de la frondosidad del bosque y del sol calentándole sus pies descalzos.

Lo intentaré. Carpe Diem.

miércoles, 26 de junio de 2013

Microcuento catastrófico con Final Feliz.

Veinticinco días después confió en la suerte que veía con recelo desde hacía tiempo. Esa que a veces le era esquiva y que en el presente seguía su curso cual cauce sinuoso en un río humano de desconocidos. Un río lleno de inquietudes, miradas desconcertantes e inquisitivas, críticas y deberes, llamadas y salidas, palabras y algún que otro beso. Un camino al fin y al cabo hacia un destino que, quizá, había dejado de intentar burlar y evadir, eludir y mil veces negar en su cabellera húmeda. No quería. No quería, no. Pero debía. Y el deber... pesa como mil toneladas sobre sus esqueléticos hombros. Todo y nada para, finalmente, llegar a un mar angosto de verdad, sumisión y tranquilidad.

sábado, 22 de junio de 2013

Hoy tengo que...

Hoy tengo un día de "tengo que". Tengo que levantarme temprano aún siendo sábado, tengo que ayudar a realizar un trabajo, tengo que ordenar, tengo que limpiar, tengo que poner lavadoras y tenderlas, tengo que planchar, tengo que cocinar, tengo que hacer la compra... Y la cosa está en que me apetece un día de "me apeteces". Me apetece estar tranquila, me apetece tocar la guitarra, me apetece dar un paseo con Maná, me apetece tomarme un refresco en una terraza, me apetece bucear en internet, me apetece escuchar música tumbada en la cama, me apetece estar con las personas a las que quiero, me apetece, en definitiva, dedicarme a mí y a lo que me va apeteciendo... Mi tiempo.

jueves, 20 de junio de 2013

Relatos cortos: Mundos distintos

Y pasaron las horas. Quieto, expectante. No podía recordar qué le había llevado a ese lugar, y sin embargo allí estaba, delante de la pared (¿o detrás de ella?). Miró a derecha e izquierda y vió el cielo a través de la ventana. Soleado, era Junio, pero él no lo sabía. Notaba caldeado su pecho y una respiración superficial y rápida se apoderaba de él sin razón alguna. Quizá estaba demasiado abrigado, pero allí seguía, no había razón para no hacerlo; sus pies no se movían del lugar, pero él pestañeaba, resoplaba, se mojaba los labios, giraba su cabeza e incluso levantaba las manos hacia su cara y las pasaba toscamente por sus facciones en un intento desesperado por comprender.
Por hacerse comprender.  
Y resoplaba.
Y a veces creía...
Y no podía. 

De momento.

El cerebro, órgano tan importante como curioso en sus fechorías, que no deja títere con cabeza cuando es dañado. 

Pero tú puedes, siempre se te dio bien hacer de "engaña-losas". 

domingo, 16 de junio de 2013

El metro.

Siempre me ha recordado a un hormiguero. Túneles por todos lados, llenos de trabajadores en busca de un trozo de pan que llevarse a la boca un día, y otro, y otro.

¿Habéis visto la reacción de dos hormigas cuando se encuentran una en frente de la otra en un cruce imposible de filas paralelas? Hay una porción de segundo en la que se paran, se miran (o se huelen, o se captan de forma alguna) y, normalmente, cada una va a su derecha y si te he visto no me acuerdo. 
En el metro de las grandes ciudades pasa eso; obreros de manera general, que cada uno va a lo suyo y cuyos movimientos son tan robóticos por el peso de la monotonía que cuando se produce el milagro del choque de miradas hay un momento de reconexión personal, para luego seguir con el paso del tiempo hacia cualquier lugar.

Por eso me gusta, porque puedes estar escribiendo como yo, escuchando música, leyendo o mirando a las musarañas mientras bailan hip hop y cada uno va a un destino diferente aún siguiendo la misma dirección.

martes, 11 de junio de 2013

Historia de SUPERACIÓN

"Las limitaciones están donde tú quieras ponerlas"

Superación, valentía, aceptación... Magnífico reportaje de Rafa, un chico de 19 años con una de esas llamadas "enfermedades raras": Distrofia de Duchenne.
Va a la universidad en compañía de su madre y su día a día es así, como explica en el vídeo. Os animo a verlo. Merece la pena conocer un poco más a estas personas que, aun teniendo limitaciones físicas, saben aprovechar y sacar partido a cada elemento positivo de su alrededor.





Deja esto de ser un trabajo para ser una lección de vida.

CHAPEAU Rafa, CHAPEAU Consuelo, porque hace falta en este mundo más gente como vosotros. Porque miráis a la gente a los ojos y sabéis ser vosotros mismos. ¡Habéis aportado tanto, tanto, tanto en este vídeo de algo más de diez minutos...! De verdad me emociona.

Y gracias. Un GRACIAS enorme, en mayúsculas y negrita, por ser como eres, Rafa, y ayudar con esto a tanta otra gente. De corazón te digo que es un gusto conocerte y compartir un ratito de vez en cuando contigo y con tu madre. Gracias de nuevo. Gracias.

PD: Mucha mierda para los exámenes... (¡En mis tiempos se decía eso para desear suerte!) y se me ha olvidado decirtelo esta mañana pero...¡Estamos en Europa! ¡¡EUROBETIS!!

lunes, 10 de junio de 2013

Relatos cortos: La espera

Sentada en el escalón, a la sombra de un árbol que reconocer no puede, se sienta a esperar. Se pasa la vida esperando. Esperando a que toque la campana para el recreo, que sea la hora de salir de trabajar, las vacaciones, un concierto, una cita que se retrasa, el tren o el avión. Esperando. Siempre esperando un gesto, una mirada, una palabra o un coscorrón benévolo cuando algo no se hace bien. Cuando lo que espera, llega, ya está, ha pasado, ya es PASADO. Eterna espera. 

El que espera, desespera, pero el que nada espera... ¿Qué le queda? 

Nada. Ausencia. Cero. Vacío. 

sábado, 8 de junio de 2013

Relatos cortos: Tu camino

Andaba por el arcén. No perdido, ausente. Estaba sumido en un mar de pensamientos revueltos mientras pasaban a toda velocidad los coches meciéndole el flequillo. Andaba, sí, pero no iba a ninguna parte. No se dirigía a hacer nada en particular y sin embargo, seguía andando, a veces rápido, a veces dando zapatazos para hacerse notar y aportar su pisada entre la polvareda que levantaban las ruedas de los vehículos. Otras, simplemente se detenía y miraba a su alrededor, expectante.

Al cabo de un rato, dio un giro y dio la vuelta, desandando lo andado.




Cuando no hay un fin, una meta, un objetivo... El camino que andas es, tristemente, en balde.

miércoles, 5 de junio de 2013

Hay una cosa que te quiero decir...


... Que aprendí que la soledad existe porque alguien quiere, que nadie en este mundo está solo aun existiendo en una habitación vacía. A alguien le importa. Me importas.


... Que antes de conocerte yo ya era, pero después de conocerte soy y seguiré siendo parte de tu camino.

... Que nadie muere por nadie, pero si te marchas lo hará contigo parte de mi aliento, y ya no volveré a ser la misma persona, y ya no volverás a ser el mismo ser.

... Que el día tiene 24 horas, 1440 minutos, 86400 segundos y en cada movimiento de la manecilla del reloj a tempo suena un te quiero, te sueño, te pienso, te extraño.

... Que compartir tu vida y compartir la mía hace más fácil levantarse cada mañana con el timbre del despertador: es otro amanecer que he visto a tu lado.

... Que me encantas, que provocas en mí un sin fin de melodías entonadas en un eterno Si Mayor, y que mis pies bailan al compás de tus caderas cuando veo que te acercas.

... Que te doy tu espacio, que me das el mío, y aun así compartimos el mismo lugar, esa habitación vacía... que ya no estará vacía jamás.

sábado, 1 de junio de 2013

Otro GRACIAS, esta vez cumpleañero

Una va pasando por los 365 días que tiene el año (+ 1 si bisiesto es), algunos con  más penas y otros con más gloria. A lo mejor es verdad que con la edad una se va volviendo algo mas "moña", pero he de decir que hoy es un día especial para mí. Mi cumpleaños, y rebozo (re-gozo) felicidad.

Hoy, desde aquí, no quiero hacer un mitin ni una gran reflexión filosófica sobre la vida: sobre la mía o sobre la de cualquiera. Hoy sólo voy a dar las gracias (¡¡qué bonita palabra si se dice sincera!!) por que la vida me ha regalado a unos padres maravillosos (que sé que me adoran), a los mejores hermanos, perfectos (así, sin más, porque lo son...), a unos amigos magníficos y a una persona prácticamente a todas horas a mi lado... mi amante,  mi complementario, mi confidente, mi amigo.


Yo también os quiero hacer un regalo. Una flor que simbolice mi gratitud por todas las felicitaciones y palabras amables, por vuestras muestras de amor (es muy muy mútuo, de verdad) y por darme un último cumpleaños de la veintena lleno de alegrías, risas, presentes y atenciones. Lo he pasado realmente bien. Lo quiero seguir pasando así de bien en vuestra compañía.


Os quiero con todo mi corazón. ¡Gracias!

sábado, 18 de mayo de 2013

Feliz vida

De nuevo ha llegado, tranquilo, sin prisas y quizás en no muy buen momento. Pero aquí está. Alguna que otra cana ha salido a lo mejor en tu cabellera y tienes que sumar un número más a tu carnet de identidad. Aún no tienes la vergüenza idiota, socialmente aceptada sin embargo, para mirar a otro lado y evitar decir la edad, pues son pocas las primaveras que has visto amanecer.

Hace un año justo que también lo celebrabas, pero muchas cosas han pasado y no bastará un solo día para que me lo cuentes todo. Reflexiona y dime lo más importante, aun mejor dime qué has aprendido.

Al final, la vida es sólo un suspiro, una consecución de llantos y risas, con su cara y su cruz, su Ying y su Yang. Y hoy te digo que debes buscar esos momentos de felicidad con cosas que te hagan sentir bien: ver una buena película, abrazar, cenar en buena compañía o tomarte una copa con amigos, ver una puesta de sol, besar, tener conversaciones agradables, leer, sentir el aire fresco rozando tu cara, escuchar la música infinita, maestra de sentimientos y experimentar cualquier tipo de sensación que te transporte, que te haga olvidar los problemas por un rato, porque esos normalmente y la mayoría de las veces, son maleducados, llegan solos y sin invitación.

Por eso hoy, te invito a que te reinventes. Cambia lo malo, quédate con lo bueno y conviértete en capitán de tu barco: pon rumbo firme a tu vida. Esa que hoy tiene un año más. Un día más. No dejes cosas por decir, no dejes cosas por hacer, vive, vivamos.

Feliz cumpleaños. Feliz vida.

domingo, 5 de mayo de 2013

A tí, madre.

Este día no debería existir como celebración única, pues Todos los días vosotras sois madres, y todos los días deberían reconocer vuestra incansable labor, vuestro amor incondicional, vuestro tesón, vuestra paciencia, vuestro sinvivir por la felicidad de vuestros hijos, vuestra responsabilidad, vuestra comprensión. Porque vuestras palabras calman, vuestras caricias sanan y vuestros besos reconfortan.

Por eso y por mucho más, desde este pequeño rincón de internet para el mundo, mis felicitaciones a todas las madres que ejercen como tal. Y mis agradecimientos.

Te quiero, mamá.

jueves, 2 de mayo de 2013

Frágil

Me asusta lo frágil. Algo que se puede romper fácilmente siempre ha causado un sentimiento de inestabilidad en mi, quizás avivado ese sentir porque nunca en mi familia hubo una amplia capacidad de tactilidad fina (siempre fuimos todos unos patosos, no somos lo que se dice manitas para nada, vaya). Y es que más de una vez, bruta de mí, he roto un huevo por cogerlo y romperlo mientras mi cabeza andaba flotando en otra parte.

Sin embargo, al igual que me descoloca, esa fragilidad me llama incesante a que la vea, la mire, la pruebe, la manosee, la cate. La curiosidad mató al gato, dicen.

La enfermedad es un poco eso: Fragilidad humana que incita sobretodo a los sanitarios a curiosear más acerca de la valoración, diagnosis, tratamiento y pronóstico de vida. Y jode, con perdón de la palabra (y sin perdón también), saber y ver cómo salpica sin rubor a unos y a otros. Extraños. Conocidos. Y todo se vuelve más inestable aún porque, aun sabiendo lo que es y segura de que ello te ayuda a afrontarlo, no puedo dejar de sentir que quizás me podría haber dedicado a la enseñanza e ignorar, como tantos otros, las miserias de una dolencia que te hace ser tremendamente grande para la gente que te quiere, pero insignificante para un mundo en crisis económica y de valores políticos al que tú, por mucho que escuches en los telediarios, no le debes nada. Y cómo jode saber lo que sabes.

Ignorancia, bendita felicidad.


Y lo peor es que es una droga. Lo sé, porque duele, porque merma, porque engancha y, una vez pruebas el gratificante momento en el que un paciente se ve beneficiado de un bien que le has dado... No hay vuelta atrás. Y habrá sobredosis de dolor a veces, porque veas un sufrimiento donde no tiene cabida el consuelo, ni sentido las palabras que de corazón quieres soltar: "Todo irá bien". No las dices ¿para qué?, no es lo que necesitan oir. Sólo paciencia, empatía y paciencia.

Sanitarios del mundo, no os dejéis la paciencia en casa por la mañana. No os dejéis la empatía. La fragilidad a veces no tiene cura, pero los tratamientos paliativos son buenos aliados en los momentos donde la esperanza se fue y la realidad es la mejor medicina para cuidar y lograr una vida digna. Y una muerte, igualmente, digna.

martes, 30 de abril de 2013

Relatos cortos: Escondite

De vez en cuando, suena una canción que me recuerda a ti. Miento. No a ti, sino a momentos contigo. Una mirada, una mueca agadable, una palabra o una nota ahogada en tus cuerdas vocales por el estruendo de la discoteca. A veces miro atrás y me gustaría volver a ese lugar en aquel instante, y luego cierro los ojos y me agarro tan fuerte al minutero que cae por el peso de los segundos hasta las seis, y me resbalo por él, y me doy de bruces en la azotea, mirando al frente, al horizonte. No al infinto, al skyline.

Una vez me senté a esperar con un rabito de margarita saliendo de forma chulesca por mis labios inclinados levemente a la izquierda. Era una mañanita de abril donde el sol jugaba al escondite con las nubes. Pero frío no hacía, y tampoco llovía, y como lo único que pasaba, visto lo visto, era el tiempo, decidí que en aquel día y a esa hora era mi turno para jugar, el momento de esconderme y encontrarme, esconderte y encontrarte, esconderme y encontrarme, esconderme y encontrarte, esconderme y encontrarte, esconderte y encontrarme...

 

lunes, 22 de abril de 2013

Del sueño a la realidad.

Con mayor o menor esfuerzo, todas las personas tenemos metas que alcanzar en la vida. Unas apuntan hacia lo cercano, lo factible, fácil, rápido, pero no por ello menos importante. Son metas cotidianas.

Otras, buscan un camino más largo, torciendo destinos y cruzando mares hasta llegar a un lugar desconocido donde asentarse durante un tiempo. Algunas metas están a la vuelta de la esquina y otras van precedidas por la paciencia, compañera y guía ineludible hasta cruzar las setecientas setenta y siete maratones y media y ver, ya cerca, la cinta que marca el final. Y por fin, ahí está, tersa, tensa, meciéndose coqueta a merced de la brisa, esperando sentir en un instante mágico el vientre del corredor hasta ceder y caer en un vals hacia el firme suelo, el nuevo suelo. Tu nuevo destino. Tu META.

Lo has logrado. La felicidad te embriaga. Sí, sí... otras metas vendrán, otras maratones u otros paseos cortos para doblar la esquina... pero ésta meta es tuya. Lo has logrado. Disfrútala. Brindemos.

ENHORABUENA.

 

domingo, 21 de abril de 2013

Esa otra "Familia"

Cuando vas a tu puesto de trabajo y te encuentras personas con las que congenias, todo es mucho más fácil. Te sientes respaldada en todo momento y no ves la hora de tener una reunión para vernos las caras y compartir unas risas. Vas haciendo amigos de los que antes sólo eran compañeros y vives momentos y días como los de hoy, haciendo las veces de una gran familia.

De nuevo no puedo más que sentirme feliz por cruzarme en mi camino con tan buena gente y sentirme ya parte de sus vidas. Sin duda, ¡qué suerte la mía!

miércoles, 17 de abril de 2013

Gracias

Llevo unos días dándole vuelta a esta entrada. No sabía cómo empezarla ni qué escribir. El Blog principalmente lo hice por eso, para decir lo que siento, y desde ese día necesitaba gritar y expresar algo que desde el domingo forma un nudo en mi garganta y que, sin duda, explotaría en cascada de lágrimas de felicidad con un abrazo amigo. Lo he retenido, esquivado tal vez porque, después me digo a mí misma, que soy exagerada en mis sentimientos y que debo contenerlos. Hay gente que reacciona como un cachorro al sonar un estruendo cuando expresas sentimientos... Se asusta. Y lo curioso del tema es que en realidad, para ser sincera, pasar lo que se dice pasar... No ha pasado nada, pero esta es una de las ocasiones en las que se hace valido de nuevo el refranero español: la intención es lo que cuenta.

Y, aunque al final no se produzca el milagro de la vida (deseo que así sea porque tú lo deseas), y aunque finalmente no se lleve a cabo el honor que refieres brindarme por las causas que sean o porque así lo prefieras en ese momento, quiero que sepas que soy un poco más feliz simplemente porque un día quisiste darme un regalo con el corazón en la mano. Amiga, a pesar de decir lo contrario, rebozas cariño aun sin ser de deportes de contacto. De verdad, gracias... Y suerte.

jueves, 11 de abril de 2013

Ese extraño pasajero

"Una vocecita en su interior la empujaba directamente a un lugar en otro mundo..."

Hace unos años, mi abuelo me regaló el que, por muchos motivos, se ha convertido en mi libro favorito: Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena. En él, se describe con absoluta soltura las características más significativas de unas cuantas patologías mentales catalogadas en el CIE 10 y en el DMS. Me fascinó tanto su lectura y la facilidad de comprensión en la que parecía moverse todo aquel entorno que leí mucho más acerca del tema hasta el punto de sacar un sobresaliente en la asignatura de Salud Mental en la carrera casi sin leer los apuntes.

Mi profesora, una señora apunto de jubilarse, me recomendó entrar en la especialidad de dichas patologías y me animó a opositar. Pero, al igual que el asombro, en mi nació también la sombra de la duda y del miedo, el respeto a conocer a personas que habían acabado con la vida de familiares y habían hecho barbaridades por una paranoia... y la cosa quedó ahí.

Ni que decir tiene que los, vulgarmente llamados, locos, son uno de los grandes estigmatizados de la sociedad. Ellos a la cabeza del pelotón, sus familiares unas pocas décimas detrás.

Cuando una persona sufre del estómago o de la piel, una pastilla o una crema o ungüento pueden ser suficientes para curar o paliar os síntomas. En la enfermedad mental, sea cual sea, el síntoma queda latente. Siempre te acompaña y se convierte en pasajera de tu tren, martilleando tu consciente cuando estás cuerdo, tu subconsciente cuando has perdido la cordura. Supongo que me dio miedo no poder llegar a comprender bien qué mecanismos se accionan en la mente para que alguien pueda desarrollar algo así.

Y es difícil, lo sé. Es complicado no dar explicación a la persona que ha perdido la razón en sus actos y palabras. Duele, enfada, irrita, ataca a los nervios... A tí, que la sufres y lo sabes. A tí, que lo ves a diario en tu hijo, padre, hermano, amigo. Sea como sea, no estáis solos, buscad ayuda... Por suerte o por desgracia, este tren va lleno de muchos pasajeros y de gente que es capaz de hacer el viaje algo más llevadero.

 

jueves, 4 de abril de 2013

Un momento.

Instantes de la vida. Como el agua convertida en granizo que cae y choca con estruendo contra el parabrisas de tu coche. Es difícil hacer seguimiento del que golpeó en el cristal desde el interior, lo pierdes de vista pero está ahí, en el suelo, junto con otros muchos. Tan cerca, pero tan lejos. Y siguen cayendo y siguen cubriendo el suelo de una capa helada, fría como el témpano que, no obstante, sucumbirá con el primer rayo de sol que abra una nube consoladora en una tarde de abril.

Suelo radiante donde no hay sombra, con multitud de gorriones mojando sus patitas en los charcos de los ya derretidos granizos. Se irán, como tantas otras lluvias a un mar de tempestades y se evaporarán para acercarse de nuevo al cielo desde donde partieron. Ciclos de la vida.

miércoles, 3 de abril de 2013

Personajes VI

No es habitual escribir dos Secciones de Personajes tan seguidas, pero hoy ha salido a relucir el tema de los embarazos en una conversación y no he podido evitar acordarme:

Cuando mi madre me dijo que estaba embarazada por cuarta vez (obviamente, siendo la tercera de sus hijos era mi primer embarazo maternal como mera espectadora) me puse muy contenta. Tan contenta me puse que fue lo primero que solté como una explosión en mi clase del colegio: "Voy a tener un hermanito!!!" Luego, cinco minutos después de tal explosión, me entró un terror irrefrenable pensando que quizá mi madre me había gastado una broma y fue lo primero que pregunté al llegar a casa. Mi cara de satisfacción al negarme la broma debió de ser un poema porque mi madre aún hoy lo recuerda con una carcajada.


Unos meses después allí estaba el chiquitujo, encima de la cama de mis padres esperando a que sus tres hermanos mayores lo vieran por primera vez. Y yo no puedo describir qué sentí. Era lo primero que yo deseaba tanto durante un tiempo tan grande en una niña de nueve años. No quería nada más que estar con él y darle el biberón y hablarle de nuevo, ahora sí, cara a cara. Después de todo ya nos conocíamos barriga a través y habíamos compartido cientos de canciones de los Beatles con los cascos de mi viejo walkman abrazando el vientre de mi madre.

Sin duda, mis hermanos son parte muy importante en mi vida, pero los mayores ya estaban cuando yo llegué y el pequeño cambió mi vida cuando llegó a ella. En gran parte soy quien soy gracias a tenerlos a mi lado. Hoy, ese bebé que bailaba con la música del genio de Aladdin es ya un hombre de casi veinte años y yo no puedo evitar sentirme en parte responsable de que sea también quien es, una persona cariñosa y noble entre otras muchas virtudes.

Esta sección de personajes que han influido en mi vida (prometo hacer otra para los mayores) va para mi hermano Rafa, ese pequeño ya no tan pequeño que me hizo y me sigue haciendo muy feliz sólo con un beso.

¡Te quiero!


 

lunes, 25 de marzo de 2013

Personajes V

Mª Luisa. 53 años. Madre y esposa. Tenía cáncer de estómago. La conocí en la planta de oncología del Virgen del Rocío en las prácticas de mi tercer año de carrera. Durante cinco semanas la tuve a mi cuidado y ella, la verdad, me tuvo al suyo. Clavaba en los míos sus ojos pintados con lápiz azul claro para resaltar su iris celeste, casi transparente. Eternamente expresivos en mi recuerdo. Fue paciente ejemplar, quejándose de lo que se tenía que quejar, dejándose hacer cuando no había más remedio.

Metastasiada (cáncer extendido), sabía que su final estaba más cerca que lejos y hablaba de la muerte como el que habla del nacimiento, parte inseparable de la vida, su cara con su cruz. Era feliz, me lo dijo. Con todas sus letras, desde la primera hasta la última. Aún con todo lo que le tocaba vivir en esa cama al lado de la ventana, con su sonrisa dulce haciendo más fácil la extracción de una analítica o el cambio de "jamón", como llamábamos a los botes de medicación intravenosa para reirnos un rato. No quería morir, luchaba. La única pena, me decía, era no tener la posibilidad de ver a un nieto. No daba ya tiempo.

El lunes después de la finalización del periodo de prácticas en planta fui a verla para contarle cómo había sido evaluado el trabajo que había hecho con su caso clínico. Su cama estaba vacía y ya no pude verla.

Se fue en paz la noche anterior, según me contaron. Como vivió, según me dijo. Le había dado un gran beso el viernes anterior y ella me lo había devuelto. Eso me lo guardo para siempre.

Este "Personajes" va por una de tantos pacientes que me enseñaron y lo siguen haciendo, día a día, que la vida merece la pena vivirla. Que la muerte forma parte ella y hay que mirarla a los ojos, porque tuya es la vida y tuya, también, será la muerte.

Va por ti, Mª Luisa. Gracias.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Ahora, levántate

Se dice, y bien es cierto, que el humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra (y tres... Y cuatro...)

Somos cabezotas. Muchas veces seguimos andando por el mismo camino lleno de espinas, visibles hasta el infinito, cuando el que tenemos al lado está lleno de lodo, pero sólo los primeros kilómetros... El resto de él se divide en mil pequeños caminos que, bueno, quien sabe a dónde llevarán.

Pero no... Nosotros seguimos rasgando nuestras vestiduras y sollozando entre arañazos, con tal de no cambiar nuestra rutina. ¿Tanto miedo da tomar una decisión? Sí, lo sé, la memoria es el único sitio del que no podemos evadirnos, pero se puede aprender a vivir con un presente que duele, porque en un futuro el dolor que ahora notas será pasado y ya sólo "dolió". Sólo será un recuerdo. Pero para eso debes avanzar por ese camino lodoso, por el que cuesta andar sólo durante unos cuantos de kilómetros y alejarte de ese que sabes seguro te va a dañar.

La vida está llena de caídas, la cosa está en saber levantarse siempre con mas energía y teniendo la certeza de que vendrán otras piedras, unas parecidas, otras muy distintas, todas con la idea de hacerte tropezar. En tu mano está saber esquivarlas y, si no lo consigues, vamos, arriba, sube, mira al frente... tu vida sigue y tú eres la única persona en este mundo que puede vivirla.

 

martes, 5 de marzo de 2013

Temazos XXXIX

Pues qué queréis que os diga... Este vídeo tiene de todo: buena música, buena puesta en escena, buena letra, emoción y un mensaje de esperanza, de no tener miedo a pedir ayuda a tu amigo (qué palabra más bonita esa, Amigo) y de saber enfrentarse a la contínua lucha de eso también tan bonito que nos pasa cada día, vivir.

En estos días de lluvia me gusta escuchar canciones con alma, y esta que nos trae Michael Jackson la tiene: "Will you be there". Por favor, disfrutadla.

 

PD: Una curiosidad que he encontrado mirando por la red: empieza con un guiño a Beethoven ( a la Sinfonía nº9).

 

jueves, 28 de febrero de 2013

Feliz día de Andalucía

Esta mañana me he levantado con el paisaje que hay a pie de esta entrada.

Desde entonces, mi barra de energía va, poco a poco, cambiando de los tonos rojizos de alarma estresante a un verde y blanco de equilibrio vegetal y de sosiego. La voy recargando con olor a leña y candela, con el frío sentir de los copos de nieve en mi cara, la buena compañía y el respirar aire de sierra y naturaleza. Qué bueno retornar a la calma, a la paz. En todos sus sentidos.

Gracias Anto, por brindarme la ocasión de vivir el veintiocho de febrero más bonito de los que recuerdo.

Feliz día de Andalucía desde Grazalema.

Andalucía por sí, para España y la humanidad.



martes, 26 de febrero de 2013

Bichejos entrañables

Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña... Habrá pocas canciones que cantara más en mi infancia que esta. Y allá que volaba y volaba la imaginación de aquella pulga de niña y veía a un ejército de paquidermos equilibristas. ¿No os pasa que a veces os miráis en el espejo y no os termináis de reconocer? Obiviamente en sentido figurado. En el literal, dicen que el humano está dentro del top 9 de animales que se pueden reconocer en la llamada prueba del espejo. A saber; humanos (un, dos, tres, responda otra vez), gorilas, chimpancés, delfines, bonobos (un tipo de mono), orcas, urracas (urracas!! Nunca hubiera dado un duro por ellas!), orangutanes y los elefantes.

Me encantan los elefantes. Son taaaaaan grandes. Me reportan mucha simpatía. Sí, sí, sé que cuando se enfadan y empiezan a mover su larga trompa para mamporrear al personal no es que rebocen simpatía precisamente, pero ¿quién no ha dado alguna vez un portazo en casa? A mi me parecen entrañables. Son felices con sus patazas y maxicuerpos retozando en el barro, con pocas o ninguna elucubraciones a pesar de sus seis kilos de masa gris y con un sin fin de cualidades atribuidas a seres inteligentes como los humanos y que muchos de éstos carecen por sí mismos. Altruístas, compasivos, juguetones, con capadidad para el duelo de la pérdida del ser querido...

Dicen que los osos... ¡pero los elefantes sí que son adorables!

 

 

martes, 19 de febrero de 2013

Días grises

El tiempo tiene mucho que ver en los estados de ánimo. Al menos a mi me suele pasar que las borrascas me entristecen y el sol me da no se, como vidilla.

Los días grises en color no son malos, pero cuando van acompañados con ánimos grises son los peores. Porque el gris es un color muy feo en los sentimientos. El día de hoy se levantó bien en ánimo y se va a acostar peor, seguro. Y ya, cuando la noche ha entrado por la ventana del salón me pregunto si no fue mejor tomar otras decisiones y me digo que, siendo tarde como es, ya no vale la pena siquiera buscar la tortura en forma de respuesta, porque nunca sabremos si el camino tomado fue mejor que el camino por tomar.

Supongo que es verdad aquello que dicen los poetas de que el cielo llora cuando el alma ya está seca y no puede dar más lágrimas de sí. Y a tí hoy te digo que esa lluvia de recuerdos que hoy inunda tus pensamientos dejará de doler y la vivirás con esa sonrisa que tantas veces te vi compartir con ella. Sólo y una vez más hay que apelar al amigo, al tiempo.

 

Mañana puede que un rayito de sol se cuele entre las nubes...


jueves, 14 de febrero de 2013

Declaración

Respirar junto a ti se ha vuelto tan fácil que a veces me pregunto si no seremos ya seres simbióticos que comparten mucho más que un espacio en el sofá y un sentimiento.

Es cierto, tengo que confesarlo: No siempre es sencillo. No eres perfecto, ni yo tampoco. Ni te lo pido ni me lo pides. Y no todo en el escaparate es de color de rosa ni rojo pasión, como hoy se levantaron los negocios de medio primer mundo... pero eso es lo que más me gusta, mi vida a tu lado tiene un sin fin de colores.

Te quiero.

 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Cuatro, cinco y seis... ¡Todos lo veréis!

Mi mes favorito es mayo. Por el contrario, nunca me gustó febrero. Es un mes saborío a pesar de los carnavales, corto a pesar de los largos días de frío e insulso a pesar de la comida afrodisiaca que alguno pondrá en su menú del día de los enamorados. Frío a reventar. Los pies no entran en calor ni aunque te pongas dos calcetines, y los días que comienzan soleados se tornan borrascosos en un santiamén.

Hoy ha sido una excepción. Fría la mañana y un gris en el ambiente han dado paso a sol y pocas nubes, aunque sigan las bajas temperaturas ahí afuera. Y en ánimos, hoy, como febrero, me encuentro fría. Habrá que encender una candelita para calentar un poco el alma. Pero en mala uva sí que ardo... Hoy me exprimen y echo vinagre en vez de mosto. Siempre ayuda una conversación amiga que haga de manta polar de la patata y un cafelito (o tila ya que estamos) que atempere la cabeza... Si es que la paciencia debe hacer acto de presencia en estos días descoloridos... y respirar hondo, profundo, una vez, y otra... Y calma... Respira... ¿Cómo era aquello de una famosa serie de televisión...? "Uno, dos y tres, yo me calmaré..."

 

 

Nota mental: prrrrrfffffff!!!!!! :P


domingo, 10 de febrero de 2013

¡Egoísta!

El ser humano es egoísta. Así, sin vaselina ni pelos en la lengua. De golpe y porrazo. No existe la bondad absoluta ni la divina empatía. No, no. Aquí cada uno actúa según su antojo y satisfacción. Lo que pasa que el egoísmo tiene diferentes caras, y ya que estamos en pleno carnaval y a mi me gusta el teatro (y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid) vamos a utilizar el símil.

Y así es que verás una careta con cejas enjutas y las comisuras de los labios apuntando hacia el suelo. Esa es la representación de nuestro egoísmo malo, el llamado psicológico: algo que nos beneficia y que puede o no perjudicar a un segundo y a un tercero. Aquí lo importante es el yo, mi, me, conmigo. El resto no importa. El fin justifica los medios.

A parte surge un nuevo antifaz, esta vez con rostro sonriente y mirada limpia. Es el egoísmo ético, uno por el que el humano obtiene beneficio posterior a un acto bondadoso, noble, puro. Así, por ejemplo, un trabajador social, un enfermero o un profesor es tal porque LE gusta ayudar, cuidar o enseñar porque LE agrada hacerlo. No espera nada a cambio pero obtiene en realidad satisfacción por el acto en sí. Vale, llámalo altruismo si quieres.

Muchas ONGs cuentan en sus filas con estas personas... Es cuestión de decisión, como siempre. Y el mundo sería mucho mejor si hubiera más como esas gentes que, buscando su satisfacción personal, ayudan al prójimo.

Mis queridos... Seamos egoístas, ¡¡pero de los buenos!!

 
 

martes, 5 de febrero de 2013

Otro bache en tu camino

Siempre he escuchado eso de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Nunca me gustó la expresión, bastante tremendista y como todas las expresiones y refranes muy demasiado generalizadores. Como si no supiera ningún humano aprovechar los dones y las gracias que les brinda la vida... Es verdad que el miedo a perder algo te dilata las pupilas y te acelera el corazón. La preocupación no te deja ser tú. Pero hay gente que disfruta de cada brizna que le mece el pelo. Esa es ella. Hoy lo ha (lo está) pasando regular. Ya ha perdido la salud más de una y más de dos veces en el último año y ahí está, campeona como siempre, queriendo y dejándose querer y luchando, porque aunque sea una chiquituja le echa narices al asunto.

Otro bache que pasas, otra herida de guerra. Más fuerza para tu currículum. ¡Ánimo!

Mis pensamientos y el de todas las niñas están contigo entre batas y botes de suero. Un besote enorme desde aquí. Ya te lo daré mañana en persona, si nos dejan.

 

sábado, 2 de febrero de 2013

Ave migratoria

Hoy me he levantado como una golondrina. Ligera, mitad blanca y mitad negra. Siento la necesidad de posarme junto con otras de mi especie en un cable de teléfono y cantar, a veces sola y a veces con mis compañeras en una coral a capella de picos y plumas. Desde allí, observaría pasar los días cálidos para, nada más notar el frío en mis patitas, irme volando a un lugar más soleado.

Entonces, construiría mi segunda residencia: un nidito de amor y desamor en un rinconcito de un edificio importante, alto, con señorío, lugar de visita obligada para el turista y el purista. Me pasaría las horas alrededor de las cámaras, siendo espectadora de lujo del ajetreo de un sin fin de humanos sacando fotos de mi otra morada. Posaría gratis para ellos, y seguro saldría la mar de guapa. Y, sólo cuando el eje de la tierra rondara de nuevo los 23 grados en el hemisferio y los días comenzasen a ser más cortos (qué le voy a hacer si soy un ave diurna) retomaría el camino a casa de la otra punta, a mi hogar, para darme un buen festín de reencuentro con mis amigas de coral a base de insectos, bichos y bichejos que, seguramente, no merecerían ni han merecido vez alguna el simple pero casi siempre placentero privilegio de vivir.

 

Volaré... Volaré... Volaré...

 

sábado, 26 de enero de 2013

Relatos cortos: Química

Miguel se preguntaba si utilizar el ordenador como material de estudio o como mantel para su plato de macarrones con tomate. Estaba en el último año de ingeniería química y el proyecto de fin de carrera se le antojaba demasiado cerca ya.
El reloj encima del televisor sonaba incesantemente, sin dejar posibilidad alguna de concentrarse en el trabajo. Tic tac. Tic tac. Sólo el eco del recuerdo de su risa rompía tal martilleo en su cabeza.

Ella, siempre ella. Ansiaba pedirle una cita. Se había enamorado una tarde en el césped del campus con el sol regalando reflejos cobrizos de su melena. Hacía seis años de eso y ya no había podido olvidarla. Aún no se había atrevido a pedirle unos apuntes siquiera. "¿Una cita? Imposible..." Pensaba.

Carla se retiró el pelo anaranjado de la cara y lo posó suavemente detrás de su oreja mientras mordisqueaba nerviosa el capuchón del Pilot verde exclusivo para los apuntes de Materiales. "Materiales. Con eme, de Miguel". Hacía tres años lo vio exponer un trabajo en la clase de Termodinámica y desde entonces tenía clavado en sus pupilas cada movimiento, y encallados en sus oídos cada palabra que había pronunciado.

Lo recordaba todo de aquel día. El láser verde, como su Pilot, volaba desde el atril a la presentación con diapositivas, como lo hacían cientos de mariposas en su estómago, en sus manos, sus pies y en todo su cuerpo. "No sabe ni que existo"

Acabó la carrera. Presentó su proyecto y se marchó a Francia a trabajar. No la ha olvidado.

Aprobó el examen, acabó su carrera y defendió su proyecto. Trabaja en Ceuta. Aún se pregunta qué hubiera pasado.

No aprendieron lo más importante. Dos reactantes no pueden formar una reacción química si no hay un factor que los transformen.

Casi siempre lo importante son los hechos, no obstante atrévete a decir lo que sientes hoy. Quita los tabúes, las vergüenzas. Mañana puede ser, irremediablemente, tarde.

domingo, 20 de enero de 2013

Gente bonita

Podría estar bastante tiempo enumerando a la gente bonita que ha pasado por mi vida. Quizás a ti, que lees estas líneas, también te ha sonreído la suerte y te pasa lo mismo.

A pesar de su corta edad, hoy quiero ceñirme a un niño que me tiene totalmente enamorada. Chisposo, polvorilla donde los haya... Con una sonrisa que embelesa al más duro. Sincero como todos los niños de tres añitos. Ocurrente, risueño, inteligente y un artista. Canta casi de forma continua y lo mejor es que las entona y las pilla a la primera. Y esa mirada... Curiosa, con pestañas largas capaces de abanicar en un abrir y cerrar de ojos a una sala entera pendiente a los quehaceres de ese enano. Qué bonita es la infancia sana y qué bonito poder disfrutarla con ellos, con risas todos los días con las que regalar a tus oídos y una mano chiquituja, frágil, agarrando con fuerza la tuya.

¡Qué bonito eres, Elio!

sábado, 19 de enero de 2013

Árbol

Perezoso agarrado con sus garras al tronco de un espeso árbol floreado. Colibrí que bate sus alas a velocidades de récord y busca el dulce néctar de la flor. Pausa versus nervio. El mismo árbol. El mismo amor.

En una relación, cualquiera que sea, hay uno que va más rápido que otro. Uno que tiene más ansias que otro, uno que da más que otro, uno que es más cabal y otro menos cuerdo. No es uno mejor ni peor, simplemente la diferencia está ahí, matices para tener en cuenta. Es bonito dar y bonito es recibir. Y también bonito es saber respetar los tiempos que marca esa otra persona. A su ritmo, al tuyo, al vuestro en definitiva.

"La virtud está en el término medio", que dijo aquel señor de los libros de filosofía... Un tal Aristóteles. Qué listo el tío.

 

 

viernes, 18 de enero de 2013

Un fallo técnico.

Esta historia comienza así: Después de un día duro de trabajo, llego a casa a las 20:15 aproximadamente. Suelto los bártulos, las llaves, cojo las bolsas de mi perra y me dispongo a bajar. Cierro la puerta. Llaves dentro. 13% de batería en mi Iphone. ¿Qué hacer durante la más de hora y cuarto que, presumiblemente, me queda por esperar en el patio para que puedan abrirme y entrar de nuevo en casa? (No puedo ir a pasear por cuestiones que no vienen al caso) ¿herramientas? Un boli, un paquete de pañuelitos. Éste es el resultado de la transcripción. Es largo y, bueno sí, un poco aburrido.

- Empezar a escribir. Esto es obvio. O no tanto. Bien pudiera ser dibujar, pero en papel vulgarmente conocido como "pañuelitos" no tiene mucho sentido... Acabaría rompiéndose seguro y adiós invento.
- Hacer la lista de la compra (huevos, leche, espaguetis, lechuga, queso fresco, calabacines, arroz largo, yogures, puchero, garbanzos, lejía, papas).
- Enumerar o repasar los lugares a los que tienes que ir mañana. Esto es un ejercicio bueno: ejercitas la mente y te hace recordar todo lo que tienes pendiente (o al menos esa es la idea). Si es que ultimamente estoy muy despistada.... Las llaves arriba, la perra y yo abajo. Venga, venga, recuerda. (Fin del recuerdo)
- Ponerse a pensar en un nuevo post para el blog. Tengo pendiente hablar de mi barrio de acogida.
- Tengo que llamar para pedir cita con el fisio. Nota mental (?)
¡por fin! Mi Salvoconducto ha llegado!! Me voy directa a la ducha! Qué frío!
 
FIN.
 

miércoles, 16 de enero de 2013

¡Hay esperanza!

Las personas definitivamente nunca dejan de sorprenderte. Hoy un paciente me ha regalado una figurita de madera que hizo cuando aun sus manos no temblaban y podía dar dos pasos sin ahogarse. Hoy una compañera se ha ofrecido a ahorrarme viajes al Aljarafe a costa de hacerlos ella. Hoy me han deseado buenos días más personas de las que ahora mismo puedo recordar. Hoy una vecina que no cruzaba más de un saludo en la escalera, me ha visto en el patio y se ha parado a hablar conmigo. Hoy una puerto riqueña y una brasileña me han dado las gracias hasta la saciedad por la "Seguridad Social Española". Hoy me han ofrecido batidos, cocacola, cerveza, chocolatinas, me han invitado a café, me han regalado sonrisas, han jugado conmigo a las cosquillas, me han hecho reir y me han ofrecido abrazos y besos sin condición.

¡Cuantos detalles! Todo ha sido a base de recibir... Y luego dicen que la humanidad está perdida... ¡Qué sabran ellos! ¡Agoreros!

 

viernes, 11 de enero de 2013

Poderoso aliado

Un buen día te levantas, con legañas en los ojos, y te das cuenta de que algo ha cambiado a pesar de que todo parece igual que ayer. La cama desde donde te has puesto en pie es la misma que ayer vio cómo te acostabas y tu peso es similar, gramo arriba o gramo abajo, después de tu desayuno continental.

Pero no. Algo no es igual. Pasan las horas y te vas de nuevo al espejo. El reflejo ya lo conoces. No estás maquillada, ni falta que te hace. Te sientes bien porque... ¡Eso es! Te sientes bien porque algo en ti se ha modificado. Has cerrado la puerta que antes te daba miedo cerrar y has abierto la ventana a nuevas experiencias. Miras atrás y ya no quema, ya no duele... Incluso sonríes y una lágrima de añoranza se escapa de tus ojos, antaño enrojecidos por el llanto, hoy encendidos con una luz que sólo los luchadores pueden reconocer. Está permitido caer. Es obligado levantarse. No se acaba el mundo. El planeta sigue girando y tu corazón latiendo.

Algo ha cambiado... Tienes un gran aliado, poderoso, imbatible, infinito... El tiempo.

lunes, 7 de enero de 2013

La importancia de los momentos.

Todos los días sentimos alegrías y decepciones, al igual que tomamos decisiones constantemente que pueden herir o satisfacer a los demás y a nosotros mismos.

Hay miles de ocasiones para constatarlo, cosas que hacemos sin pararnos a pensar y otras que pensamos a veces demasiado. Y, a pesar de los aciertos o los errores que podamos cometer, la vida va abriéndose camino con un sin fin de posibles instantes y un sin fin más de posibles consecuencias. Derecha o izquierda, arriba o abajo, sí o no, puede, quizás, una llamada, una visita, una comida u otra, una palabra, dos, diez o ninguna... acción-reacción. Si esto no fuera así, la vida sería demasiado aburrida para vivirla.

 

Vive tu vida como te apetezca, pero vívela también con las consecuencias de tus decisiones... Eso hará que sea más fácil encontrar algo parecido a la felicidad...

Si es eso lo que quieres.