Instrucciones para el empleo correcto de pacientes:
1. Acuden en busca de ayuda. Piden tus servicios, conocimientos, atención y bienhacer.
2.La mayoría no exige, no demanda, no impone, no fuerza. Solo pide. Y sufre, en mayor o menor medida. Y pide compasión, cercanía.
3. Al paciente no se le regaña. Ya es mayorcito, pero aunque sea menor. No eres su padre, su jefe. Si no sabes o puedes, lo dejas.
4. Dile lo que piensas, incluidas tus dudas. Proponle tratamientos, hábitos. No intentes imponerle. Sugiere. Lo hará o no. El decide.
5. Tiene sus creencias, sus opiniones, sus miedos, sus deseos. Aceptalos.
No eres quien para juzgarlos excepto si pone en peligro a otros.
6. Si el paciente no confía en tí, la cosa va mal. Si tu no le aceptas como es, también.
7. La mayoría habrá buscado en el Dr. Google lo que tiene, y muchos quién eres tú. Da igual que te guste o no. Juegas con ello.
8. A todos nos cuesta abrirnos a extraños, contar intimidades, enseñar cuerpos, hablar de cacas y pises. No puede extrañarte reacción.
9.Antes de meterle el dedo por un orificio corporal, de tocarle con manos frías y a veces guantes, avísale. Pidele permiso. No es un maniquí.
10. El tiempo medio en que los médicos interrumpimos a los pacientes es 18 segundos. Claro que tienes prisa ¡¡PERO 18 SEGUNDOS SON POCOS!!
11. No tiene que gustarte el paciente, ni física ni psiquicamente. Ni su ideología ni creencias. Ni sus gustos ni su ropa. Solo ayudarle.
12.Los pacientes lloran. Algunos. La mayoría no necesita que les digas nada. Muchos querrían que les cogieras la mano, o apretaras el hombro.
13(y ya) Los pacientes son humanos. Incluso como los médicos. Para bien y mal. Si preferirías otra cosa, te has equivocado. Y el lo sabe.
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