Y se ríe con estruendo, con una carcajada que despierta a la media sala que dormita la mañana. El insomnio de la cuarentena definitivamente no lo había ayudado.
De repente una caricia, una mano toca su frente, siente un beso amoroso y el móvil frente a sus ojos refleja el recuerdo de la sonrisa más bella que jamás había visto. Y su mundo de carbonato de litio desmorona la risa estrepitosa. Pasó la euforia, pasaron también los gritos y nada ya le parece gracioso. Quiere salir del amargo túnel de la manía y volver… Volver para poder ver a su hija.
Relatos en Cadena. La ventana. Cadena SER.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar en Entalpías y hacerlo con respeto. ¡Que tengas muy buen día!