lunes, 10 de diciembre de 2012

Personajes IV

Es curioso cómo va pasando el tiempo sin contar los años que han pasado. Cuando a una le da por tirar de calendario se da cuenta de que, aun sintiéndose joven, ya ha disfrutado de muchas vivencias y conocido a muchas personas.

Mi colegio fue La Sagrada Familia de Utrera. Allí, desde los cuatro años hasta los dieciséis compartí muchas horas con muchas de las que hoy, sin ser amigas íntimas, me alegra tanto saber de ellas que las quiero seguir teniendo en mi vida.

Benditos móviles con internet que ahora permiten un encuentro virtual para, espero, hacerlo físico próximamente...


Tantos recuerdos... Tantas canciones con y sin guitarra, tantas peleas entre nosotras y entre A y B (sin maldad... En realidad nos llevábamos bien!), tantos juegos, clases de gimnasias, tantos "uno y dos" dichos en bajito al cantar el Himno de Andalucía, tantos exámenes, chuletas... ouijas en el recreo (en serio nos lo creíamos? sí, sí, no digáis que no movíais la moneda!!), tantas misas, ofrendas y peticiones, tantas clases compartidas y tantos bocatas, tantos Vale y SuperPop, enamoramientos de profesores (Ay, Camacho, qué fuerte te dió!), ambientadores antipersona, pezones (hace falta que diga más?), tantas frases célebres, y mil imitaciones... anécdotas varias en definitiva, que no me canso de rememorar y de contar cuando tengo la más mínima oportunidad. Prometo que la última vez que os mencioné fue hace menos de una semana.

La sección de Personajes de hoy va, como no podía ser de otra forma, para:


La Promoción 1988-2000 del Colegio Sagrada Familia de Utrera. (SAFA)

¡Qué buenos años!

 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Sin Humo

De pequeña, recuerdo a mi padre siempre con un cigarrillo en la mano. A pesar de ser anti-tabaco (Habiendo visto pulmones alquitranados en cirugía torácica y trabajando en un servicio de Neumología con EPOCs por doquier ya me valdría si no...), el olor a tabaco en las manos de mi padre me aportaban tranquilidad y protección, así que me gustaba y me sigue gustando oler unas manos que desprendan ese inconfundible aroma.

Hace ya años, mi padre fue capaz de dejar el cigarro a un lado después de que la voz de ratita del pequeño de la familia lanzara un dedo acusador. Él lo logró, no sin esfuerzo. Lo consiguió como un campeón.

Ahora que llega el año nuevo, ¿Porqué no te lo propones? En serio... Seguro que sabes que lo digo por tí, amigo. A la otra del trío ni lo intento sin bombo a la vista. Venga, ¡ánimo! ¡Tú puedes!



...Eso siempre que los Mayas se equivoquen... ;)

 

 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Cosas de otros

"Y el frío silencio volvió a apoderarse de la situación, ganando una nueva batalla, las cotidianidades a lo extraordinario, la rutina a la aventura, el frío al calor, la oscuridad a la luz, el silencio al gañido, el tacto de la fría losa de mármol al tacto cálido de la tierra fértil. ¿O tal vez no?"


Milo.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Bienvenida

¡Felicidades! No puede este blog empezar una entrada en el día de hoy sin una felicitación sincera a Rosa (la mamá), Norber (El papá), los orgullosos abuelos y titos y amigos varios de la familia. Una nueva flor ha abierto sus pétalos en Sevilla, y tanto madre como hija están estupendamente.

Ana ha llegado a este mundo con mucha expectación a su primer llanto, su primera foto familiar viajando vía internet a los móviles de los ojos femeninos (en nuestro caso) ávidos de imágenes de la recién nacida. Después de todos estos meses, la espera ha merecido la pena...

¿Qué...? No podéis dejar de mirarla, ¿eh? :)

¡FELICIDADES!

lunes, 26 de noviembre de 2012

OCTAVO DÍA DE HUELGA DE RESIDENTES

La Sanidad no se vende, se defiende. Recortar en Sanidad MATA.

Así de contundente debemos ser los sanitarios y no sanitarios con nuestra salud, que al fin y al cabo es de lo que se trata.

Desde aquí quiero apoyar la Huelga de Médicos Residentes en Andalucía, porque ellos sufren en sus carnes la desidia del sistema, enfrentándose muchas veces a problemas de pacientes para los que aún no están preparados, poniendo así en peligro su carrera y, lo que es más importante, la salud  y la vida de aquellos a los que quieren ayudar.
Si se detiora la formación de los futuros especialistas, la sanidad se verá mermada y con ella la salud de todos nosotros.

No voy a entrar ya en el tema económico, que tiene guasa también...

Lo dicho, total apoyo... Seguid con la lucha! Un abrazo y ánimo.

viernes, 23 de noviembre de 2012

De todos los colores...

Dicen que el chocolate tiene sustancias químicas que liberan endorfinas para la mente (gran disco de Chambao, por cierto). Lástima que no siempre funcione... Y si el día se levanta azul y se va volviendo gris sin motivo aparente... ¿Qué se hace? ¿Se pinta? ¿Alguien tiene un bote de pintura? Gracias.

martes, 20 de noviembre de 2012

Personajes III

Hoy llevo todo el día acordándome de mi abuelo Rafael (un día os hablaré de él) y no he podido evitar recordar a una persona importante en su vida y en la mía.

Aún hoy, cuando se acerca el décimo aniversario de la marcha de esta otra persona, me acuerdo de ella y la sigo añorando. Señora de los pies a la cabeza. Me quedaba embobada viéndo cómo se maquillaba sobre la tapa verde del pozo de la cocina, a la luz del jardín desde donde emanaba un olor contínuo a sus matas de romero, en su antigua casa. La elegancia que desprendía pocas veces la he vuelto a ver en otra persona. Y el amor hacia mi abuelo, incondicional. 

La calle ancha (o Virgen de Consolación, como en realidad se llama) en Utrera me trae muy buenos recuerdos. Aún hoy escucho el sonido del llamador en aquella puerta pesada de la entrada. Detrás, escondía un gran pasillo con losetas negras y blancas, un patio interior a la izquierda, con cristaleras y madera blanca (con un azulejo del "Corazón de Jesús" y decenas de macetas), y, al fondo, un gran espejo de marco dorado.

Podría estar horas hablando de esa casa. Cómo me gustaba cada rincón. Y cómo le gustaba a ella.

Mercedes tarareaba una canción sin nombre mientras iba de habitación en habitación. Me encantaba seguirla y oír cómo se inventaba cada nota. Me entraba la risa cada vez que le preguntaba qué cantaba. La bombardeaba a preguntas que ella escuchaba atentamente con la boca abierta en una media sonrisa y asintiendo levemente la cabeza. Levantando pocos palmos del suelo, de la mano me llevaba a aquella habitación para mirar desde los pies de la cama a ese muñeco, un bebé de batón blanco que me daba una mezcla de admiración, querencia y temor. Nunca jugué con él, de hecho pocas veces lo toqué, siempre con suma delicadeza y no porque estuviera realmente prohibido (todos los primos éramos y somos muy educados en las formas, de eso se encargaron mis padres y tíos. Gracias), sino porque el halo que ella creó alrededor del muñeco era mágico, una especie de premio que te mostraba de vez en cuando sólo cuando te cogía de la mano y te llevaba a la habitación, a tí, en exclusiva, en aquel momento.

A media voz: "¿Quieres chocolate?" Y allá que nos llevaba a darnos una tirita de cuatro onzas de chocolate Nestlē... Pequeños detalles que siempre tenía para nosotros.

Una señora para querer y recordar toda la vida. Era mi abuela Mercedes. Este personajes III va por ella.