Aquí me tenéis, horas después de haber visto el final de una saga que empezó hace diez años. ¿Cómo estoy? gratamente impresionada. Ayer estaba nerviosa mientras compraba las entradas vía internet de la última película de Harry Potter. Pensaba... "bufff, a ver qué me encuentro". Como ya os dije, el domingo pasado vi un avance de la película en La Sexta y como os comenté también, me pareció que la fotografía había dado un cambio positivo importante aunque no sabía a qué atenerme después de lo vivido con otras películas de la misma historieta. Pues bien, me reafirmo. Realmente la fotografía es buenísima, los planos, las luces, el uso de la cámara lenta en determinados momentos impactantes.... y también no sabía a qué atenerme, iba yo al cine un poco con miedo de un nuevo chasco, la verdad.
Me ha gustado mucho la película. Han adaptado el libro muy bien a la versión cinematográfica y no solo eso, sino que en muchas partes lo ha mejorado.
Actuaciones muy buenas de muchos personajes (¡¡ese Severus Snape es la leche!! Alan Rickman lo borda siempre desde luego, pero esta vez se ha superado... y Voldemort... ¡me ha encantado!) Velocidad justa y muy buena fluidez en el film que te hacen recordar rápido y disfrutar despacio...
Me ha gustado, me ha emocionado, no sé que más puedo decir sin que esto se convierta en una crítica de cine... Bueno, sí, puedo decir con una sonrisa en los labios que último trozo de este pastel sabía inesperadamente muy dulce... que lo degustéis bien!
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