viernes, 21 de octubre de 2016

Madroños

Luego, en el calor del nórdico bésame lentamente como aquella noche. Hazme un hueco a tu lado en el comedor y no miremos por el retrovisor mientras nos escondemos en un agujero. Toca mis cicatrices que yo cuidaré de las tuyas. No tengas miedo, yo te sujeto. No tengas miedo, yo estoy aquí... Sé firme. No se trata de valentía, ni se trata de combates. Tampoco de recibir golpes por aquello que no te corresponde. Porque si hay algo que no mereces es la lucha. Porque si hay algo que mereces es libertad. 

Corre, canta, baila, grita, habla, besa y mece los madroños en tu espalda infinita y emborráchate en ellos. Escucha al viento. 

Déjate llevar.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar en Entalpías y hacerlo con respeto. ¡Que tengas muy buen día!