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lunes, 9 de junio de 2014

Silencio

En medio de una fresca madrugada, una manga fina te puede dar la vida: Devolver el calor a aquellos brazos que notaron un frío viento y que hicieron olvidar el letargo en el que te hallabas, sumisa.

Estoy asomada en el balcón, apoyada en la baranda y echo de menos en mis dedos un cigarro que nunca tuve en ellos. Una calada larga y profunda debería servir de compañera ideal a la mirada fija en el horizonte de siluetas de torres y palmeras. La ciudad duerme. Al menos la mayoría... Pasa, a unos metros justo debajo, un chico presumiblemente de vuelta a casa, bien vestido, con una chaqueta oscura colgada en el brazo, camisa ceñida y paso firme. Canturrea. Es tarde la recogida para ser domingo. Me pregunto de donde viene y a qué hogar pertenece.¿Cuál será su historia? 

¿Qué hace?
¿Qué busca?
¿Qué espera?

Suena una sirena a lo lejos y luego el silencio... bendito, constante. Respiro.




Perfecto.

sábado, 4 de enero de 2014

No dejes de soñar

"Cuando preguntes el porqué, comienza por pensar el ti. Cuando te olvides otra vez, empieza por quererte a ti y cuéntame (puedes contar conmigo a cada paso), escúchame, te escucharé... Porque la vida tuya es y siempre tienes que luchar. Y a veces tienes que perder para luego poder ganar, para sentir, para vivir, para soñar..."




Un aplauso al que escribió esto.

 

martes, 8 de octubre de 2013

Hambre

Horizontes paralelos se abren ante la posibilidad de cambios vitales ¡Cuántas veces habremos oído eso de "más vale malo conocido..."! Nos perdemos todo un mundo de cara con sus cruces por cerrar los ojos o mirar hacia otro lado. Y da miedo (¿qué es el miedo si no la sensación de peligro, de amenaza, de descontrol?) Claro. Da miedo, y mucho a veces y poco a pocos ratos. Pero es así. Y así seguirá siendo hasta que nos acerquemos a la borda y veamos las aguas mansas, esperando, cautas, a un chapuzón de verano refrescante.

Ay prima, ponme de comer, que tengo hambre... De figuras literarias con metamorfosis en vez de metáforas de gusanos de seda convertidos en mariposas, y renacuajos en ranas, y sapos en príncipes de cuento con final de perdices... De leones dentro de armarios en el mundo mágico de Narnia y pequeños hobbits perseguidos por dragones en busca de tesoros... Tengo hambre de tierra en Marte, de carreras populares y a escondidas, de agua de estrella de mar, de Lunas de Saturno y fuego en las montañas de Venus, de Sol en Mercurio y nubes celestiales... Sí, ponme de comer, que tengo hambre de vida.

 

lunes, 7 de enero de 2013

La importancia de los momentos.

Todos los días sentimos alegrías y decepciones, al igual que tomamos decisiones constantemente que pueden herir o satisfacer a los demás y a nosotros mismos.

Hay miles de ocasiones para constatarlo, cosas que hacemos sin pararnos a pensar y otras que pensamos a veces demasiado. Y, a pesar de los aciertos o los errores que podamos cometer, la vida va abriéndose camino con un sin fin de posibles instantes y un sin fin más de posibles consecuencias. Derecha o izquierda, arriba o abajo, sí o no, puede, quizás, una llamada, una visita, una comida u otra, una palabra, dos, diez o ninguna... acción-reacción. Si esto no fuera así, la vida sería demasiado aburrida para vivirla.

 

Vive tu vida como te apetezca, pero vívela también con las consecuencias de tus decisiones... Eso hará que sea más fácil encontrar algo parecido a la felicidad...

Si es eso lo que quieres.

 

viernes, 13 de abril de 2012

Reflexiones: El Frigopie.

Es verdad que en la primavera, como primavera que es, el tiempo está loco... y cuando hace calor de repente bajan las temperaturas y nos helamos con una rebequita cuando antes nos sofocaba el pensar siquiera en tenerla puesta. Yo últimamente tengo la sensación de tener siempre los pies fríos. Se dice que cuando son las manos las que están frías, el corazón está caliente. Pero, ¿Qué pasa cuando se tienen frios los pies? ¿Qué parte del cuerpo se calienta? No, no... No sigamos por esos caminos que ya estoy viendo a más de uno con la media sonrisita picarona.

Digo yo, que si es la cabeza lo que se calienta en consecuencia es una porquería tener los pies fríos (ya sabes, opuestos manos-pies y opuestos corazón-cabeza... Mmm...Quizá tenia más sentido en mi cabeza, pero esa correlación no me gusta nada, ya he dicho que con el cambio de chip no me voy a comer más el tarro). Así que he decidido sacarle provecho a lo de los pies y como todo está en la mente y podemos controlar no pocas cosas en ella, voy a transformar la sensación de frío en los pies por un frigopié, esos helados de fresa perfecta, suave y cremosa que se derretía en verano antes de que te pudieras comer siquiera el dedo gordo. Voy a buscar un quiosco. ¿Alguien quiere? ¡Ahora vengo!

sábado, 3 de marzo de 2012

Reflexiones IV

Me he despertado horas antes de que suene el despertador. Lejos de sentirme ofendida por la rebeldía de mi ritmo circadiano me he propuesto aprovechar bien el sábado que nos brinda cada semana. Y hoy no trabajo. No, no, ni en casa tampoco, ¿eh?. No voy a limpiar, no voy a hacer la comida ni voy a recoger la ropa que hay en el tendedero. Hoy me lo voy a tomar libre. Sentir, vivir distintas aficiones y disfrutar de amigos, pareja y de mi gordita peluda. Respiro, cojo aire profundamente con los brazos abiertos estirando cada uno de los músculos... Hoy, me siento bien.

sábado, 11 de febrero de 2012

Reflexiones: evolución.

Como cada día, encuentro cosas en el maravilloso mundon de internet que me sorprenden y que me gustan. Hoy, como a menudo, mi amiga MªÁngeles nos ha deleitado con otra sentencia de esas que ella subraya y esencifica en su muro de Facebook. Con su permiso, quiero compartirla con vosotros. ¡Feliz Sábado!

He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que se le puede hacer. Puede resultar doloroso, pero no tiene que ser una tragedia. Si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo. Evolucionar constituye una infidelidad, a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Cada día debería tener al menos una infidelidad esencial, una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fé en el futuro. Una afirmación de que las cosas pueden ser, no solo diferentes, sino mejores...

viernes, 3 de febrero de 2012

Reflexiones: Los Sueños.

Me pasa una cosa curiosa. Imagino no será única ni mucho menos, y es que nunca tengo la sensación firme de que los sueños, cuando los sueño, son reales: siempre sé que son sueños, y, aún sabiéndolo no puedo evitar sentir congoja, alegría, euforia o tranquilidad. Es como saberte dentro de una escena en la que no encajan cosas, personas y situaciones, pero la parte subconsciente es el director y le dice a la consciente que debes actuar hasta el inevitable grito de "¡Corten!", y finalmente despertar.

Pensando eso durante esta mañana mientras conducía, he llegado a la conclusión de que es bueno y malo a la vez. Supongo que como todo en esta vida puede verse de diferentes formas, que la persona que ve el vaso a medio llenar puede no estar equivocado si de repente lo empieza a ver medio vacío y que tampoco es esto un signo de bipolaridad digna de psiquiatría. Así, me pasa que depende del sueño, me parece triste o balsámico dicha peculiaridad, y hoy, desde luego, no mola nada, porque ayer soñé que el paro empezaba a bajar y que el Hospital me llamaba para un contrato de larga duración, que por fin iba a poder dejar de dar bandazos y pasar frío o calor en la moto. Y en todo ese tiempo, en el que me regocijaba por mi nueva situación laboral, me quitaba de carretera y la remontada económica del país parecía un hecho, siempre supe que no era más que un buen sueño que me llevaría tarde o temprano a la realidad.

Algún día, eso sí, habremos de actuar sobre el manifiesto eterno del subconsciente y pasar a intentar que lo que se añora, lo que cuando caemos en el descanso se sueña con los ojos cerrados, pase a ser realidad. Pero realidad con los ojos bien abiertos.

Dulces sueños... Mejores despertares.